Page 51 - Guerra civil
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INTRODUCCIÓN
ante todo el mundo como un verdadero amo; y pasa los
últimos meses de su consulado observando cómo se deba
ten sus enemigos en la impotencia; no sin antes haber
hecho elegir, para 58, a Clodio, en el tribunado de la plebe
y, en el consulado, a Gabinio, hechura de Pompeyo, y a
Pisón, su propio suegro. Y es entonces cuando más se
encarniza en su contra la difamación, que llega a llamar a
Pompeyo el rey y a César la reina y que, inútil en la prác
tica, se conforma con meros desahogos. Del consulado de
César, en 59, parte la subversión del régimen republicano,
hasta entonces capitalizado por los patres en Roma; y de
Roma, el jefe de las tres cabezas, por ser el único que
poseía el imperium, parte hacia sus provincias, dejando a
Pompeyo y a Craso en la dependencia de su partido y sus
legiones, y a Catón y a Cicerón bajo la ominosa mirada de
Clodio.
De 58 a 57, César inicia su conquista de la Galia, de
manera apenas incipiente, aunque la penetra toda ella; él
sabía bien que su sumisión total exigiría muchos años más;
pero su actual permanencia en ella sería aprovechada por
él para dos objetivos: la alerta perpetua de sus ocho legio
nes perfeccionaría el instrumento de su despotismo y, a la
vez, incrementaría los recursos económicos del triunvirato.
Pero, como necesitaba también el apoyo de las masas roma
nas no combatientes, publica dos primeros libros de pro
paganda de sus hazañas: los comentarios del Bellum
Gallicum, informe de sus actos, tan breve como duradero.
Gracias a ambos, se extiende por toda Italia la fama de
su gloria. Y al invernar, en 57, en la Cisalpina —donde
lo hacía siempre para estar lo más cerca posible de la
metrópoli— probará la satisfacción de que el senado decre-
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