Page 38 - Guerra civil
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INTRODUCCIÓN


          la  plena  conciencia  de  su  homogeneidad  social  y  de  su
          fuerza política, una mentalidad clasista tan uniforme como
          definida y  típica.  Igualmente,  la  periódica  y  regular  con­

          currencia  de  sus  elementos  al  recinto  consagrado  a  las
          reuniones  públicas  del  populus  —su  domicilio  cívico  ofi­
          cial—  permitía  a  sus  dirigentes  el  orientarlas  y  el  alec­

          cionarlas  de modo más o menos permanente y  sistemático,
          sometiendo  a  discusión,  ante  el  quorum  de  sus. miembros
          activos, los proyectos de ley, las rogationes en que trataban

          de  ir  cristalizando los postulados  revolucionarios:  proyec­
          tos  adicionados,  invariablemente,  de comentarios  y  exége-
          sis  a  ellos  anexos  y  concernientes,  que  no  eran  otra  cosa

          que  verdaderas  exposiciones  de motivos,  en  las  cuales  se
          esgrimían  las  razones  y  se  explicaban  los  fundamentos
          del  articulado  entero  de  las  legislaciones  propuestas,  vi­

          niendo  a  ser  por  ello  —a  falta  de  tratados  doctrinales
          y  políticos  editados  en  forma  para  su  divulgación—  el
          único  recurso  publicitario  al  alcance  de  los  dirigentes  po­

          pulares,  para propagar,  entre  las  muchedumbres  ciudada­
          nas,  la  ideología  revolucionaria  por  ellos  concebida y  pro­

          fesada.
             Todo  lo  cual  hacía  de  los  comitia  o  sesiones  cívicas

          oficiales,  en  que  se  verificaban  las  contiones  o  asambleas
          políticas,  verdaderas  escuelas  de  revolución  y  lucha  para

          las  multitudes  proletarias.  Además,  el  mero  goce  de  la
          titularidad  de  la  ciudadanía  investía  a  sus  miembros  de
          plena  capacidad  para  la  militancia  efectiva,  dentro  de  un

          partido  organizado  y  legalmente  reconocido,  y  bajo  una
          disciplina  táctica  y  de  principios.  Y,  finalmente,  las  tan­

          tas veces  citadas masas proletarias —de cuyo  seno seguían
          saliendo  a  un  tiempo  los  ciudadanos  sufragantes  en  los



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