Page 10 - El proyecto y la metodologia de la investigacion
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No obstante, nadie se lanza a los caminos sin buenos motivos para recorrerlos. Y en el caso de la
ciencia, siempre el desencadenante es algún problema teórico o práctico. Por ejemplo, el anegamien-
to de las minas subterráneas como consecuencia de las lluvias copiosas comenzó a ser un problema
para los empresarios mineros del siglo XVII, pues al no contar con sistemas de absorción de agua,
había que suspender el trabajo por largas temporadas luego de cada tormenta. Había un remedio
provisorio a la situación: introducir en el foso de la mina un largo tubo, en cuyo interior operaba un
émbolo que, presionado hacia arriba, lograba que se elevara el agua acumulada, permitiendo así
desagotar las galerías. Pero si se trataba de minas profundas y el tubo medía más de once metros, el
agua no ascendía.
Ante esa situación aparentemente irresoluble, el joven científico italiano Evangelista Torricelli tuvo
una idea. Supuso que el aire “pesa” y que su peso sería equivalente a la altura alcanzada por el agua
entubada. A continuación se propuso poner a prueba su hipótesis. Realizó una comprobación empíri-
ca sosteniendo con una mano un tubo de un metro de largo que cerró con un dedo y lo invirtió intro-
duciéndolo en un recipiente con mercurio. Al retirar el dedo comprobó que el mercurio del recipiente
descendía, mientras subía por el tubo hasta formar una columna cuya altura era catorce veces menor
a la que se obtenía al realizar el mismo experimento con agua.
El científico sabía que el mercurio es catorce veces más pesado que el agua. Infirió entonces que
ambas columnas de líquido estaban soportadas por igual contrapeso, concluyendo que el aire hacía
fuerza sobre el líquido del recipiente (y del agua de la mina). Constató así que en ciertas circunstancias
la presión del aire influye sobre los líquidos. Descubrió la presión atmosférica.
Es conveniente no perder de vista que si Torricelli logró enunciar y convalidar su hipótesis fue, en-
tre otros motivos, porque tenía amplios conocimiento de física (fue discípulo de Galileo), se preocupó
por imaginar soluciones posibles y se procuró medios adecuados para contrastar su hipótesis empíri-
camente. Es decir, estableció relaciones, construyó conceptos y los sometió a experimento.
Consideraciones de este tipo son propias de la epistemología, una rama de la filosofía que reflexio-
na sobre las características del pensamiento científico y la validación de sus métodos. Pero el análisis
y desarrollo de los complejos requisitos de esos métodos es propio de la metodología, otra rama de la
filosofía que estudia los procesos indagativos y proporciona los medios necesarios para diseñar investi-
gaciones. La epistemología se ocupa de la construcción y los fundamentos del conocimiento científico,
mientras que la metodología aborda ese conocimiento desplegando procedimientos de descubrimien-
to o innovación. La mayor parte de este libro gira alrededor de estos procedimientos, pero ofrece
también una valiosa introducción a la epistemología.
Antes de encarar el núcleo metodológico, Roxana Ynoub ofrece una reflexión epistemológica
sobre los diferentes niveles del proceso de conocimiento. Traza para ello una génesis histórica que co-
mienza con el despertar del saber sobre la vida, un proceso en el cual los sujetos fueron comprendiendo
el accionar de la conciencia, que no sólo sabe acerca del objeto que capta sino que también sabe sobre sí
misma (saber que se sabe). En ese proceso y con el paso del tiempo, se fueron organizando comunidades
que daban cuenta de la realidad valiéndose de mitos. Mucho después, en un estadio más elaborado,
surgió la ciudad como configuración política -polis griega- mientras se inventaba y desarrollaba la
filosofía. Y en un cuarto y último nivel se constituyó el Estado moderno, que es contemporáneo a la con-
solidación de la ciencia físico-matemática. Con argumentos sólidos, el libro establece la relación entre
8 El proyecto y la metodología de la investigación