Page 22 - Proyecto Integrado--Jonathan Molina Mesa
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Cap. 1: Los duendes alfileteros: entre sus zapatos y veleros.


                   Interrumpimos la ruta por la cuesta de los abarqueros para darnos cuenta como
                   las calles se estrechan más y más. Subir por la calle Abarqueros es adentrarse a la
                   Granada  musulmana  y  sus  sinuosas  calles  son  reflejo  de  ello.    Para  nuestra
                   sorpresa encontramos algo que destaca en esa estrecha escalera tan empinada. Es
                   nada más y nada menos que un zapato.

                  El zapato tiene dentro un mensaje:

                  Bienvenidos seáis. Habían llegado a mis oídos, rumores de que un pequeño grupo
                  se ha atrevido atravesar los muros del Albaicín y quería comprobar cuan cierta eran
                  esos rumores. Habéis puesto vuestros pies a reinos encantados de magia e historia.

                  Como  podéis  observar  este  zapato  no  es  un  simple  zapato  y  bien  lo  sabíamos
                  nosotros los duendes alfileteros que con nuestros alfileres los antiguos campesinos
                  cosían en sus talleres. El zapato era una alberca y quien los hacía eran los abarqueros.
                  A nosotros nos encantaba ayudar en las labores minúsculas y éramos capaces de
                  hacer tareas ciclópicas. Estamos deseosos de trabajar y ayudar a la gente. Nos gusta
                  tejer, pero sobre todo hacer muchos zapatos. Espero que os aseguréis de tener bien
                  apretados los vuestros porque os esperan un gran camino por delante.


                  Y no se equivocaban, la cuesta de los abarqueros esta relacionada muy estrechamente con
                  esta profesión artesana, y todo ciudadano y jornalero del antiguo reino musulmán usaba un
                  par. Estos confeccionaban sus zapatos de cueros de las cuales se abrían un agujero alrededor
                  del espacio que ocupa el pie. Los talleres de estos abarqueros debieron de estar adosados a
                  la antigua muralla ya deteriorada por el tiempo y que conecta paralela a este barrio. Era la
                  imponente Cádima o alcazaba la vieja.

                  Seguimos nuestro camino de ascenso por el carril de la lona, llamado así porque hace mucho
                  tiempo existía aquí una de las fabricas de lona mas importante de la historia.

                  Con la lona se fabricaban las velas de los barcos. La fibra de esta lona, era especial de muy
                  buena calidad. Todas las velas de la flota de la Armada estaban hechas de este material. La
                  nave  capitana,  Santísima  trinidad  era  el  barco  más  importante  de  la  flota  de  la  Armada
                  Española. Era de color rojo y lucia el más bello mascaron de proa: el león gallado, símbolo
                  del poder y de liderazgo. Era un barco de batalla con 116 cañones que intimidaba imponente
                  a cualquier navío. Cuando Estallo la guerra contra los británicos, La fábrica construyó, para
                  este galeón de combate, la vela más grande de todas. Dia y noche trabajaron los granadinos
                  en ella, así que no era de extrañar que los duendes alfileteros estuvieran entre los telares
                  ayudando a tejer entre las sombras. Pero tras la Batalla de Trafalgar lo perdimos todo. El
                  barco se hundió en las profundas aguas junto con cientos de buques. Más tarde al no quedar
                  barcos para tejer las velas, la fábrica de la lona quedó en desuso. Y sus trabajadores tuvieron
                  que cerrarla. Esta es la mini historia de cómo una vez más los duendes alfileteros, tristemente,
                  perdieron su trabajo.


                      1ªPRUEBA: ERASE UNA VEZ…. UN HILO: EL JUEGO DEL CORDEL
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