Page 125 - 0003476
P. 125
iz8 G. Marañón
ma más inaceptable de olvidarlo que
hacer de la posición elevada pretexto
para la extremada grosería.
Hablar nial del médico
es hablar mal de la Me
dicina.
Para mí, lo fundamental de la con
vivencia de los médicos se reduce a
no hablar jamás mal de ellos. Conozco
varios ejemplares de colegas, correc
tísimos en la reglamentación del trato
social, incapaces de faltar a su proto
colo, a veces hasta con perjuicio para
el propio enfermo, y que, sin embargo,
no tienen inconveniente en censurar la
actuación de sus compañeros. Sólo ante
graves y comprobables errores cientí
ficos cabe el público disentimiento.
Nunca ante diferencias de criterio de