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Esto que aquí les cuento, son historias que he vivido de

niño, que sucedieron sobre el año 1960 al 1968
aproximadamente. Lógicamente no eran tiempos de

persecución como en siglos pasados, gracias a Dios, pero

todavía se podían sentir el rechazo de las personas y sobretodo,

de la Guardia Civil. En la primera historia que vivimos mi

hermano y yo, se puede observar como la condena hacia mi
hermano y a mí, fue por ser gitanos nada más. Deseo que

disfruten de la narrativa, es decir que no se les haga aburrido, y

que puedan ver la realidad de los sufrimientos de los Gitanos

en España en siglos pasados. Dios les bendiga.

MANOLO EL HIJO DEL CARPINTERO

Hay algunos recuerdos desagradables en mi mi niñez,

recuerdos de niño, aunque gracias a Dios no todos fueron

desagradables. Son recuerdos que están marcados en mi

mente, supongo que será porque a veces los malos momentos,
quedan más señalados que los buenos, aunque debo decir, que

aparte de aquellos malos recuerdos, tuve momentos muy

felices, y siempre que recuerdo mi pueblo, lo recuerdo con

alegría.

Recuerdo a algunos amigos de Torrijos (Toledo), el

pueblo donde nací, que no eran gitanos, como Manolo, el hijo
del carpintero. Vivíamos en la misma calle, que en aquel

entonces se llamaba calle la Mina, y en esa calle, estaba lo que

llamaban el depósito del agua, desde la cual se abastecía al

pueblo. Ahora se llama calle San José, y el depósito sigue
dando agua.

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