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niño no comprendía esa actitud, ni sabía lo que era racismo,

pero si podía sentir el desprecio.

LISARDO NO, PORQUE ES GITANO

En otra ocasión, recuerdo que recién había aprendido a

montar en bici. Aprendí en una bicicleta que no era mía, sino

de mi hermano, que la usaba para ganarse la vida, ya que en

ese tiempo, se compraba pelo a las mujeres y luego se vendía
para hacer pelucas, y mi hermano utilizaba la bici para ir por

los pueblos comprando; Pronto él tendría que ir al servicio

militar y trataba de ganar algo para no ir sin nada.

Por las tardes, cuando mi hermano no utilizaba la bici,

me la llevaba para dar una vuelta. Y recuerdo que uno de esos

días, sobre las 4 de la tarde, en verano, fui a dar una vuelta a la
plaza España, y había allí un grupo de niños del pueblo que yo

conocía, pues la mayoría eran compañeros del colegio y tenían

todos sus bicis, y me arrimé a ellos. Estaban hablando de dar

una vuelta por las afueras del pueblo, y yo quería ir con ellos,
pero uno dijo: “LISARDO NO, PORQUE ES GITANO,”

aunque otro muchacho que estaba allí, replicó diciendo:

“LISARDO ES COMO UNO DE NOSOTROS,” y me

dejaron ir con ellos. Siempre que recuerdo este cuadro, me es

grato recordar aquel niño agradable y sabio que dijo:
“LISARDO ES COMO UNO DE NOSOTROS” Y si mi

memoria no me falla, aquel niño era judío, ya que era hijo del

dueño de una tienda que se llamaba “el Navarro” y los Navarro

de Torrijos, son de origen judío.

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