Page 197 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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EL ZODIACO Y SUS SIGNOS
En este momento, nos cuesta hacernos una idea de las profundas consecuencias que
habrá tenido en las religiones, las filosofías y las ciencias de la Antigüedad el estudio
de los planetas, los luminares y las constelaciones. No en vano los Reyes Magos de
Persia eran llamados «observadores de las estrellas» y se honraba a los egipcios con
una denominación especial por su habilidad para calcular el poder y el movimiento de
los cuerpos celestes y sus consecuencias sobre los destinos de las naciones y los
individuos. En todas las partes del mundo se han descubierto ruinas de observatorios
astronómicos primitivos, si bien en muchos casos los arqueólogos actuales ignoran la
verdadera finalidad para la cual se construyeron. Aunque los astrónomos antiguos no
conocían el telescopio, hacían cálculos extraordinarios con instrumentos tallados en
bloques de granito o hechos a base de machacar láminas de bronce y cobre. En India
se siguen usando este tipo de instrumentos, que gozan de un alto grado de precisión.
En Jaipur, en la región de Rajputana (India), sigue funcionando un observatorio que
consiste, esencialmente, en inmensos relojes de sol de piedra. El famoso observatorio
chino que hay en la muralla de Pekín contiene inmensos instrumentos de bronce e
incluye un telescopio en forma de un tubo hueco, sin lentes.
Para los paganos, las estrellas eran objetos vivos que influían en el destino de las
personas, las naciones y las razas. Que los primeros patriarcas judíos creían que los
cuerpos celestes participaban en los asuntos de los hombres resulta evidente para
cualquier estudioso de la literatura bíblica, como, por ejemplo, el Libro de los Jueces:
«Desde los cielos lucharon las estrellas desde sus órbitas lucharon contra Sísara». Los
caldeos, los fenicios, los egipcios, los persas, los hindúes y los chinos tenían zodiacos
bastante parecidos, en términos generales, y distintos expertos han atribuido a cada