Page 199 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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uno y cinco días más, consagrados a los dioses. El año lunar estaba compuesto por

  trece meses de veintiocho días cada uno y sobraba un día. El zodiaco solar de aquella
  época estaba compuesto por diez casas de treinta y seis grados cada una.

       Los seis primeros signos del Zodiaco de doce se consideraban benéficos, porque

  el sol los ocupaba mientras atravesaba el hemisferio norte, y representaban los seis mil

  años durante los cuales, según los persas, Ahura-Mazda gobernó su universo en paz y
  armonía. Los seis siguientes se consideraban malignos, porque mientras el sol recorría

  el  hemisferio  sur  era  invierno  para  los  griegos,  los  egipcios  y  los  persas.  Por

  consiguiente,  aquellos  seis  meses  simbolizaban  los  seis  mil  años  de  pobreza  y

  sufrimiento  provocados  por  el  dios  del  mal  de  los  persas,  Ahrimán,  que  pretendía
  derrocar el poder de Ahura-Mazda.

       Quienes  defienden  la  opinión  de  que  antes  de  que  lo  revisaran  los  griegos  el

  Zodiaco  solo  contenía  diez  signos  alegan  pruebas  que  demuestran  que  Libra  (la
  balanza) se insertó en el Zodiaco dividiendo en dos la constelación de Virgo-Escorpio

  (que en aquella época era un solo signo) y de este modo se estableció «la balanza» en

  el punto de equilibrio entre los signos ascendentes del norte y los descendentes del

  sur. [41]   Sobre  esta  cuestión,  Isaac  Myer  sostiene  lo  siguiente:  «Pensamos  que  al
  principio  las  constelaciones  zodiacales  eran  diez  y  representaban  un  hombre  o  una
  divinidad andrógina inmensa; posteriormente, esto se modificó: se separaron Escorpio

  y Virgo y fueron once; después, de Escorpio salió Libra, la balanza, con lo cual ahora
  son doce».     [42]
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