Page 200 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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LOS EQUINOCCIOS Y LOS SOLSTICIOS
El plano del Zodiaco corta el ecuador celeste en un ángulo aproximado
de 23° 28’. Los dos puntos de intersección (A y B) se denominan
«equinoccios».
Todos los años, el sol da una vuelta entera al Zodiaco y regresa al punto de partida —
el equinoccio vernal— y ningún año alcanza —por muy poco— a completar el círculo
de los cielos en el plazo que le corresponde, de modo que cruza el ecuador un poco
por detrás del punto del signo del Zodiaco por el que lo había cruzado el año anterior.
Todos los signos del Zodiaco constan de treinta grados y, como el sol pierde alrededor
de un grado cada setenta y dos años, d cabo de aproximadamente 2160 años
experimenta un retroceso de toda una constelación (o signo) y, en alrededor de 25 920
años, de todo el Zodiaco. (Los expertos no se ponen de acuerdo con respecto a estas
cifras). Tal retroceso se denomina «precesión de los equinoccios». Esto significa que,
en el transcurso de unos 25 920 años, que constituyen un Gran Año Solar o Platónico,
cada una de las doce constelaciones ocupa un puesto en el equinoccio vernal durante
casi 2160 años y después deja paso al signo precedente. Entre los antiguos, el sol casi
siempre se simbolizaba mediante la figura y la naturaleza de la constelación por la que
pasaba en el equinoccio vernal. Durante prácticamente los últimos dos mil años, el sol