Page 274 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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XIV





                                   LA MATEMÁTICA PITAGÓRICA





  Mucho se ha especulado con respecto al significado secreto de los números. Aunque
  se han hecho numerosos descubrimientos interesantes, podemos afirmar sin temor a

  equivocarnos que con la muerte de Pitágoras se perdió la gran llave de esta ciencia.

  Durante casi dos mil quinientos años, filósofos de todas las naciones han tratado de
  desenredar  la  maraña  pitagórica,  aunque  parece  que  ninguno  lo  ha  conseguido.  A

  pesar de los intentos de destruir todos los documentos que contienen las enseñanzas

  de  Pitágoras,  los  fragmentos  que  se  conservan  aportan  claves  sobre  algunas  de  las

  partes más sencillas de su filosofía. Los grandes secretos no se pusieron por escrito
  jamás, sino que se transmitían oralmente a un puñado de discípulos escogidos que,

  aparentemente, no se atrevieron a divulgarlos a los profanos, de modo que, cuando la

  muerte selló sus labios, los arcanos murieron con ellos.

       Algunas  de  las  escuelas  secretas  que  existen  en  el  mundo  actual  son
  prolongaciones  de  los  Misterios  antiguos  y,  aunque  es  bastante  posible  que  posean

  parte  de  las  fórmulas  numéricas  originales,  no  hay  ninguna  prueba  de  ello  en  los

  voluminosos  escritos  que  estos  grupos  han  dado  a  conocer  durante  los  últimos
  quinientos  años.  A  pesar  de  que  estos  escritos  hablan  a  menudo  de  Pitágoras,  no

  aparece en ellos ningún indicio de un conocimiento más completo de sus doctrinas

  complejas que el que poseían los especuladores griegos pospitagóricos, que hablaban

  mucho,  escribían  poco,  sabían  menos  y  ocultaban  su  ignorancia  tras  una  serie  de
  insinuaciones y promesas misteriosas. Dispersas entre los productos literarios de los

  primeros  autores  se  encuentran  afirmaciones  enigmáticas  que  no  se  tomaron  la

  molestia de interpretar. El ejemplo siguiente está tomado de Plutarco:



       Los  pitagóricos  van,  sin  duda,  más  lejos  y  honran  los  números  pares  y  los
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