Page 299 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
P. 299

leyes  que  los  teólogos  actuales  creen  que  han  sido  revelaciones  directas  de  la

  divinidad  en  realidad  son  fruto  de  siglos  de  ahondar  pacientemente  en  las
  complejidades de la constitución humana y en las maravillas infinitas reveladas por

  semejante estudio.

       En  casi  todos  los  libros  sagrados  del  mundo  se  puede  rastrear  una  analogía

  anatómica, que resulta más evidente en sus mitos de la creación. Quien sepa algo de
  embriología  y  obstetricia  no  tendrá  ninguna  dificultad  en  reconocer  la  base  de  la

  alegoría  con  respecto  a  Adán  y  Eva  y  el  Jardín  del  Edén,  los  nueve  grados  de  los

  Misterios  eleusinos  y  la  leyenda  brahmánica  de  las  encarnaciones  de  Vishnu.  La

  historia del Huevo Universal, el mito escandinavo de Ginnungagap (la grieta oscura
  del  espacio  en  la  cual  se  siembra  la  semilla  del  mundo)  y  el  uso  del  pez  como

  emblema  del  poder  generador  paternal  muestran  el  verdadero  origen  de  la

  especulación  teológica.  Los  filósofos  de  la  Antigüedad  se  daban  cuenta  de  que  el
  propio hombre era la clave del misterio de la vida, porque era la imagen viva del Plan

  Divino,  y  en  los  siglos  venideros  la  humanidad  también  llegará  a  comprender  más

  plenamente  la  solemne  trascendencia  de  aquellas  palabras  antiguas:  «Lo  que  en
  realidad debe estudiar el hombre es a sí mismo».

       Tanto Dios como el hombre tienen una constitución doble, con una parte superior

  invisible  y  una  inferior  visible.  También  hay  en  los  dos  una  esfera  intermedia,  que

  marca el punto de encuentro de la naturaleza visible y la invisible. Del mismo modo
  que  la  naturaleza  espiritual  de  Dios  controla  Su  forma  universal  objetiva  —que  en

  realidad  es  una  idea  cristalizada—,  la  naturaleza  espiritual  del  hombre  es  la  causa

  invisible  y  el  poder  controlador  de  su  personalidad  material  visible.  Por  lo  tanto,

  resulta evidente que el espíritu del hombre guarda la misma relación con su cuerpo
  material que la que guarda Dios con el universo objetivo. Los Misterios enseñaban

  que el espíritu, o la vida, era anterior a la forma y que lo que es anterior incluye todo

  lo que es posterior a sí mismo. Como el espíritu es anterior a la forma, la forma queda
  incluida dentro del ámbito del espíritu. Además, es una afirmación o creencia popular

  que  el  espíritu  del  hombre  está  dentro  de  su  cuerpo.  Según  las  conclusiones  de  la

  filosofía  y  la  teología,  sin  embargo,  esta  creencia  es  errónea,  porque  el  espíritu

  primero  circunscribe  una  zona  y  después  se  manifiesta  en  ella.  En  términos
  filosóficos,  la  forma,  al  ser  parte  del  espíritu,  está  dentro  del  espíritu,  aunque  el

  espíritu es más que la suma de la forma. Así como la naturaleza material del hombre

  queda dentro de la suma del espíritu, la Naturaleza Universal, que incluye la totalidad

  del sistema, queda comprendida dentro de la esencia omnipresente de Dios: el Espíritu
  Universal.
   294   295   296   297   298   299   300   301   302   303   304