Page 359 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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las  serpientes  se  tragaban  a  sí  mismas  y  por  eso  se  consideraban  emblemas  del

  Creador  Supremo,  que  periódicamente  reabsorbía  Su  universo  otra  vez  hacia  Él
  mismo.

       Refiriéndose al origen del culto a la serpiente, H. P. Blavatsky hace una afirmación

  significativa en Isis sin velo: «Antes de que nuestro globo adquiriera forma de huevo

  o redonda, era una estela de polvo cósmico o una niebla de fuego, que se movía y se
  retorcía como una serpiente. Esto era, según las explicaciones, el Espíritu de Dios que

  se  movía  sobre  el  caos  hasta  que  su  aliento  incubó  la  materia  cósmica  y  la  hizo

  adoptar  la  forma  anular  de  una  serpiente  con  la  cola  en  la  boca:  emblema  de  la

  eternidad en su mundo espiritual y en el nuestro, en su sentido físico».
       La serpiente de siete cabezas representa la Divinidad Suprema, que se manifiesta a

  través de Sus Elohim, o siete espíritus, con cuya ayuda Él estableció Su universo. Los

  paganos  han  utilizado  las  espirales  de  la  serpiente  para  simbolizar  el  movimiento  y
  también  las  Órbitas  de  los  cuerpos  celestes,  y  es  probable  que  el  símbolo  de  la

  serpiente enroscada en torno al huevo —habitual en muchas de las antiguas escuelas

  mistéricas—  representara  tanto  el  movimiento  aparente  del  sol  en  torno  a  la  tierra
  como las franjas de luz astral, o el gran agente mágico, que se mueven sin cesar en

  torno al planeta.

       La electricidad se solía simbolizar mediante la serpiente, debido a su movimiento.

  La electricidad que pasa entre los polos de un arco tiene un movimiento serpenteante.
  A la fuerza que se proyectaba a través de la atmósfera la llamaban «la gran serpiente».

  Como símbolo de la fuerza universal, la serpiente era emblema tanto del bien como

  del mal. La fuerza puede derribar con tanta rapidez como puede crecer. La serpiente

  con la cola en la boca es el símbolo de la eternidad, porque, en esa posición, el cuerpo
  del reptil no tiene principio ni fin. La cabeza y la cola representan el polo positivo y el

  negativo del circuito vital cósmico. A los iniciados de los Misterios a menudo se los

  llamaba  «serpientes»  y  su  sabiduría  se  consideraba  análoga  al  poder  de  inspiración
  divina  de  la  serpiente.  No  cabe  duda  de  que  se  otorgaba  el  título  de  «serpientes

  aladas» (¿los serafines?) a una de las jerarquías invisibles que trabajaron con la tierra

  durante las primeras etapas de su formación.

       Según una leyenda, cuando comenzó el mundo llovieron sobre la tierra serpientes
  aladas: es probable que fueran los semidioses que preceden a la civilización histórica

  de  cualquier  nación.  La  relación  simbólica  entre  el  sol  y  la  serpiente  se  manifiesta

  literalmente en el hecho de que la vida permanece en la serpiente hasta la puesta del

  sol, aunque la corten en una docena de partes Según los indios hopi, la serpiente está
  en estrecha comunicación con el Espíritu de la Tierra; por consiguiente, cuando llega
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