Page 362 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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XIX
PECES, INSECTOS, ANIMALES, REPTILES Y AVES
—Segunda parte—
Como emblemas adecuados de diversos atributos humanos y divinos, las aves se
incluyen en el simbolismo religioso y filosófico tanto de los paganos como de los
cristianos. El buitre es símbolo de crueldad; el águila, de valor; el pelícano, de
autosacrificio, y el pavo real, de orgullo. Como consecuencia de su capacidad para
abandonar la tierra y emprender vuelo hacia el lugar de donde procede la luz, se
asocia a las aves con la aspiración, la pureza y la belleza. Por consiguiente, a menudo
se añadían alas a diversas criaturas terrenales para tratar de sugerir trascendencia.
Como su hábitat se encontraba entre las ramas de los árboles sagrados situados en
medio de bosques antiguos, las aves también se consideraban mensajeros designados
por los espíritus de los árboles y los dioses de la naturaleza que moraban en aquellos
bosquecillos consagrados y se decía que los propios dioses se expresaban mediante
sus notas claras. Se han inventado muchos mitos para explicar su plumaje brillante.
Un ejemplo conocido es la historia del pavo real de Juño, que llevaba en las plumas
de la cola los ojos de Argos. Numerosas leyendas de los indios americanos tratan
también de las aves y del origen de los distintos colores de sus plumas. Los navajos
afirman que cuando todos los seres vivos treparon a un tallo de bambú para salvarse
del diluvio, al pavo le tocó la rama más baja y las plumas de la cola le quedaron en el
agua; por eso están descoloridas.
La gravedad, que es una ley del mundo material, es el impulso hacia el centro de
materialidad: la levitación, que es una ley del mundo espiritual, es el impulso hacia el
centro de espiritualidad. Como parecían capaces de neutralizar el efecto de la
gravedad, se decía que las aves eran partícipes de una naturaleza superior a la de otras