Page 447 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
P. 447

para  nosotros.  Además,  gracias  a  la  disposición  de  sus  estaciones,  no  padecen

  enfermedades [Paracelso lo niega] y viven mucho más que nosotros y tienen la vista,
  el oído y el olfato y todos los demás sentidos mucho más desarrollados, en la misma

  medida en que el aire es más puro que el agua o el éter que el aire. También poseen

  templos  y  lugares  sagrados  en  los  que  realmente  viven  los  dioses  y  escuchan  sus

  voces y reciben sus respuestas y son conscientes de ellos y mantienen conversaciones
  con ellos y observan el sol, la luna y las estrellas como realmente son y sus demás

  bienaventuranzas son del mismo estilo que esta». Aunque se creía que los silfos vivían

  entre las nubes y en el aire que los rodeaba, su verdadero hogar estaba situado en las

  cimas de las montañas.





































                                                         SILFO



                                 (De un boceto realizado por Howard Wookey)


             Los silfos eran entidades volátiles y cambiantes que iban y venían con la

           rapidez de un relámpago. Trabajaban a través de los gases y éteres de la

             Tierra y tenían una amable disposición hacia los seres humanos. Casi
          siempre eran representados con alas, en otras ocasiones se representaban

                  como pequeños querubines, y en otras como delicadas hadas.








  En sus notas editoriales a Las ciencias ocultas de Salverte, Anthony Todd Thomson
   442   443   444   445   446   447   448   449   450   451   452