Page 468 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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LA CÁBALA, LA DOCTRINA SECRETA DE ISRAEL
Albert Pike, en una cita tomada de Transcendental Magic, sintetiza de esta manera la
importancia del cabalismo como clave para comprender el esoterismo masónico:
«Cuando uno penetra en el santuario de la Cábala, se llena de admiración al encontrar
una doctrina tan lógica, tan sencilla y, al mismo tiempo, tan incuestionable. La
combinación necesaria de ideas y signos, la consagración de las realidades más
fundamentales mediante los caracteres primitivos; la trinidad de palabras, letras y
números; una filosofía sencilla como el alfabeto, profunda e infinita como la palabra;
teoremas más completos y luminosos que los de Pitágoras; una teología que se resume
contando con los dedos; un infinito que cabe en el hueco de la mano de un niño; diez
dígitos y veintidós letras, un triángulo, un cuadrado y un círculo son todos los
elementos de la Cábala. Estos son los principios elementales de la palabra escrita,
reflejo de la palabra hablada que creó el mundo». [123]
La teología hebrea estaba dividida en tres partes bien diferenciadas. La primera era
la ley, la segunda era el alma de la ley y la tercera, el alma del alma de la ley. La ley se
enseñaba a todos los hijos de Israel; la Mishná, o el alma de la ley, se revelaba a los
rabinos y a los maestros, pero la Cábala, el alma del alma de la ley, se ocultaba con
astucia y sus principios secretos solo se enseñaban a los iniciados más elevados entre
los judíos.
Según algunos místicos judíos, Moisés subió tres veces al monte Sinaí y cada una
de ellas permaneció en presencia de Dios cuarenta días. Durante los primeros cuarenta
días se entregaron al profeta las tablas de la ley escrita; durante los segundos cuarenta
días recibió el alma de la ley, y durante los últimos cuarenta días Dios lo instruyó en
los misterios de la Cábala, el alma del alma de la ley. Moisés ocultó las instrucciones