Page 469 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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secretas que Dios le había dado en los primeros cuatro libros del Pentateuco y durante

  siglos los estudiosos de la Cábala han buscado en ellos la doctrina secreta de Israel.
  Así como la naturaleza espiritual del hombre está oculta en su cuerpo físico, la ley no

  escrita  —la  Mishná  y  la  Cábala—  está  oculta  dentro  de  las  enseñanzas  escritas  del

  código mosaico. «Cábala» significa la tradición secreta u oculta, la ley no escrita y,

  según uno de los primeros rabinos, se entregó al hombre para que este, con ayuda de
  sus principios abstrusos, pudiera aprender a comprender el misterio tanto del universo

  que lo rodea como del que hay en su interior.

       El origen del cabalismo es objeto de legítima controversia. Los primeros iniciados

  de los Misterios cabalísticos creían que, al comienzo, Dios enseñó sus principios a una
  escuela  de  Sus  ángeles,  antes  de  la  caída  del  hombre.  Más  tarde,  los  ángeles

  transmitieron  los  secretos  a  Adán,  para  que,  a  través  del  conocimiento  adquirido

  después de haber entendido sus principios, la humanidad caída pudiese recuperar el
  patrimonio  que  había  perdido.  Desde  el  cielo  enviaron  al  ángel  Raziel  para  que

  enseñara a Adán los misterios de la Cábala. Se recurrió a distintos ángeles para iniciar

  a los patriarcas sucesivos en esta ciencia tan difícil. Tofiel fue el maestro de Shem;

  Rafael, el de Isaac; Metatrón, el de Moisés, y Miguel, el de David.                        [124]

       Christian D. Ginsburg ha escrito lo siguiente: «De Adán pasó a Noé y después a
  Abraham,  el  amigo  de  Dios,  que  emigró  con  ella  a  Egipto,  donde  el  patriarca  dejó

  traslucir una pequeña parte de aquella doctrina misteriosa. Fue así como los egipcios

  la conocieron y las demás naciones orientales pudieron introducirla en sus sistemas
  filosóficos.  Moisés,  que  era  erudito  en  toda  la  sabiduría  de  Egipto,  se  inició  por

  primera  vez  en  ella  en  su  tierra  natal,  aunque  solo  llegó  a  dominarla  durante  los

  períodos  que  pasó  en  el  desierto,  cuando  no  solo  le  dedicó  las  horas  libres  de  los
  cuarenta  años  completos,  sino  que  recibió  lecciones  de  uno  de  los  ángeles.  […]

  Moisés también inició a los setenta Ancianos en los secretos de esta doctrina y ellos a

  su  vez  la  transmitieron  de  mano  en  mano.  De  todos  los  que  formaron  la  línea

  ininterrumpida  de  la  tradición,  David  y  Salomón  fueron  los  más  iniciados  en  la

  Cábala».    [125]
       Según Éliphas Lévi, los tres libros principales de la Cábala son el Sefer Yetzirah, el

  Libro de la Formación: el Zohar, el Libro de Esplendor, y el Apocalipsis, el Libro de

  la Revelación. No se sabe con certeza la fecha en que fueron escritos estos libros. Los
  cabalistas afirman que el Sefer Yetzirah fue escrito por Abraham. Aunque este es, con

  diferencia, el más antiguo de los libros de la Cábala, es probable que su autor fuese el

  rabino Akiba, en el año 120 de la era cristiana.
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