Page 563 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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sol.  Como  consecuencia  de  estas  deducciones,  Inman  trató  de  demostrar  que  el

  Legislador de Israel no era más que otra forma del mito solar omnipresente. Si bien
  Inman  demostró  que,  trasponiendo  dos  de  las  letras  antiguas,  la  palabra  «Moisés»

  (hcm)  se  convierte  en  «Shemmah»  (hmc),  una  manera  de  llamar  al  globo  celeste,

  parece haber pasado por alto el hecho de que, en los Misterios antiguos, era habitual

  dar a los iniciados nombres que eran sinónimos del sol, para simbolizar que habían
  alcanzado la redención y la regeneración del poder solar en su propia naturaleza. Es

  mucho  más  probable  que  el  hombre  al  que  conocemos  como  Moisés  fuera  un

  representante  acreditado  de  las  escuelas  secretas,  que  se  esforzaba  —como  lo  han

  hecho muchos otros emisarios— en instruir a las razas primitivas en los misterios de
  sus almas inmortales.

       Es probable que nunca se llegue a saber a ciencia cierta el nombre verdadero del

  Gran  Anciano  de  Israel  que  a  lo  largo  de  la  historia  se  conoce  como  Moisés.  La
  palabra  «Moisés»,  entendida  en  su  sentido  egipcio  esotérico,  significa  aquel  que  ha

  sido admitido en las escuelas mistéricas de la sabiduría y se ha puesto a enseñar a los

  ignorantes  acerca  de  la  voluntad  de  los  dioses  y  los  misterios  de  la  vida,  como  se
  explicaban  estos  misterios  en  los  templos  de  Isis,  Osiris  y  Serapis.  Existe  bastante

  controversia en torno a la nacionalidad de Moisés. Algunos sostienen que era judío y

  que había sido adoptado y educado por la casa gobernante de Egipto; otros opinan

  que era egipcio de pura cepa. Unos pocos llegan incluso a equipararlo con el inmortal
  Hermes, porque los dos ilustres fundadores de sistemas religiosos recibieron del cielo

  unas  tablas  que,  supuestamente,  habían  sido  escritas  por  la  mano  de  Dios.  Las

  historias que se narran en relación con Moisés —que la hija del faraón se lo encontró

  en un arca de juncos, que fue adoptado por la familia real de Egipto y su posterior
  rebelión  contra  la  autocracia  egipcia—  coinciden  exactamente  con  algunas  de  las

  ceremonias  por  las  que  pasaban  los  candidatos  de  los  Misterios  egipcios  en  sus

  andanzas  rituales  en  busca  de  la  verdad  y  el  conocimiento.  También  se  pueden
  encontrar analogías con los movimientos de los cuerpos celestes.

       No es extraño que el Moisés erudito, iniciado en Egipto, enseñara a los judíos una

  filosofía  que  contenía  los  principios  más  importantes  del  esoterismo  egipcio.  Las

  religiones que había en Egipto en la época del cautiverio de los israelitas eran mucho
  más antiguas de lo que advertían incluso los propios sacerdotes egipcios No era fácil

  compilar historias en aquellos tiempos y los egipcios se conformaban con remontar

  los  orígenes  de  su  raza  a  un  período  mitológico  en  el  que  los  propios  dioses

  deambulaban por la tierra y, con su propio poder, establecieron el doble imperio del
  Nilo.  Los  egipcios  no  se  imaginaban  que  aquellos  progenitores  divinos  eran  los
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