Page 567 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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blanca. Es probable que haya una relación mística oculta entre el fuego (el león rojo),
el agua (el águila blanca) —como se utilizaban en la química oculta— y los
representantes de las dos tribus, cuyos símbolos coincidían con estos elementos
alquímicos.
Así como el Tabernáculo era la morada de Dios entre los hombres, el cuerpo del
alma en el hombre es la morada de su naturaleza divina, en tomo a la cual se reúne
una constitución material formada por doce partes, del mismo modo en que las tribus
de Israel acampaban alrededor del recinto consagrado a Jehová. La idea de que el
Tabernáculo en realidad era un símbolo de una verdad espiritual invisible e
incomprensible para los israelitas se corrobora con lo que se dice en el octavo capítulo
de la Epístola a los Hebreos: «Éstos dan culto en lo que es sombra y figura de
realidades celestiales, según le fue revelado a Moisés al emprender la construcción de
la Tienda». Vemos aquí que al lugar de culto físico y material lo llaman «sombra», o
símbolo de una institución espiritual, invisible pero omnipotente.
Las normas para la construcción del Tabernáculo se describen en el capítulo 25 del
libro del Éxodo: «Yahvé habló a Moisés diciendo: “Di a los israelitas que reserven
ofrendas para mí. Me reservaréis la ofrenda de todo aquel a quien su corazón mueva.
De ellos reservaréis lo siguiente: oro, plata y bronce; púrpura violeta y escarlata,
carmesí, lino fino y pelo de cabra; pieles de carnero teñidas de rojo, cueros finos y
maderas de acacia; aceite para el alumbrado, aromas para el óleo de la unción y para el
incienso aromático; piedras de ónice y piedras de engaste para el efod y el pectoral.
Me harás un Santuario para que yo habite en medio de ellos. Lo haréis conforme al
modelo de la Morada y al modelo de todo su mobiliario que yo voy a mostrarte”».
El patio del Tabernáculo era un espacio cerrado, de cincuenta codos de ancho y
cien codos de largo, flanqueado por cortinajes de lino colgados de pilares de bronce,
con una distancia de cinco codos entre ellos. [158] Había veinte de aquellos pilares en
cada uno de los lados más largos y diez en los más cortos. Cada pilar tenía la base de
bronce y el capitel de plata, el Tabernáculo siempre se disponía con los lados largos
mirando al Norte y al Sur y los lados cortos hacia el Este y el Oeste, con la entrada al
Este, lo que demuestra la influencia del culto primitivo al sol.
El patio exterior tenía como finalidad fundamental aislar la tienda del Tabernáculo
propiamente dicho, que se alzaba en el centro del recinto. A la entrada del patio,
situada en la cara oriental del rectángulo, estaba el altar de los holocaustos, hecho de
placas de bronce sobre madera y adornado con cuernos de toros y carneros. Más
adentro, pero en la misma línea que este altar, estaba la jofaina de la purificación, un