Page 565 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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solar siempre se consideró un gran templo de iniciación, en el cual los candidatos
ingresaban por las puertas del nacimiento; después de abrirse paso por los pasillos
tortuosos de la existencia terrenal, se aproximaban por fin al velo del Gran Misterio (la
Muerte), a través de cuya puerta volvían a desvanecerse en el mundo invisible.
Sócrates recordó veladamente a sus discípulos que la Muerte era, en realidad, la gran
iniciación, porque sus últimas palabras fueron: «Critón, le debo un gallo a Asclepio;
no te olvides de pagárselo». [155]
La vida es el gran misterio y solo aquellos que superan sus pruebas, las interpretan
bien y extraen de ellas la esencia de la experiencia llegan a conocer la verdad. Por eso
se construían los templos con la forma del mundo y sus rituales se basaban en la vida
y sus innumerables problemas. No era el propio Tabernáculo lo único que seguía el
modelo del misticismo egipcio: sus utensilios también tenían la forma antigua y
aceptada. Hasta el Arca de la Alianza era una adaptación del arca egipcia, con las
mismas figuras arrodilladas en la tapa. En los bajorrelieves del templo de File se ven
sacerdotes egipcios transportando su arca —muy semejante a la de los judíos— a
hombros por medio de unas pértigas, como las que se describen en el Éxodo.