Page 573 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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Hawai construyeron un tabernáculo parecido al de los judíos, salvo que sus salas
estaban superpuestas, en lugar de estar una detrás de la otra, como ocurre en el caso
del Tabernáculo de los israelitas. Las tres salas son también las tres cámaras
importantes de la Gran Pirámide de Gizeh.
Las vestiduras de gala
Como se explicaba en la cita tomada de Flavio Josefo, las vestiduras y los ornamentos
de los sacerdotes judíos tenían un significado secreto y hasta el día de hoy existe un
lenguaje religioso en clave, oculto en los colores, las formas y los usos de las
vestiduras sagradas no solo entre los sacerdotes cristianos y los judíos, sino también
en las religiones paganas. Las vestiduras de los sacerdotes del Tabernáculo recibían el
nombre de cahanoeoe; las del sumo sacerdote se llamaban cahanoeoe rabboe.
Encima del machanese, una prenda interior parecida a unos pantalones cortos,
llevaban el chethone, una túnica delicada de hilo fino que llegaba al suelo y tenía
mangas largas que se sujetaban a los brazos del usuario. Una faja con muchos
bordados, que daba varias vueltas alrededor de la cintura (un poco más arriba de lo
habitual) y de la que quedaba un extremo colgando por delante, y una birreta estrecha
de lino, llamada masnaemphthes, completaban el atuendo del sacerdote corriente.
Las vestiduras del Sumo Sacerdote eran similares a las de los grados inferiores,
aunque se les añadían algunas prendas y ornamentos. Sobre la túnica de lino blanco
tejida especialmente, el Sumo Sacerdote llevaba un hábito sin costuras ni mangas, de
color azul celeste, que le llegaba a los pies. Recibía el nombre de meeir y estaba
adornado con una orla en la que se alternaban las campanillas y las granadas. En el
Eclesiástico [163] , aquellas campanillas y su significado se describen con estas palabras:
«Y lo rodeó de granadas y de muchas campanillas de oro alrededor, de modo que, al
andar, se produjera un ruido y un sonido que se oyera por el templo, para recordar a
los niños de su pueblo». El meeir se sujetaba también con una faja multicolor
finamente bordada y con hilo de oro introducido en el bordado.
El efod, una prenda corta que, según la descripción de Flavio Josefo, parecía una
chaqueta, se llevaba sobre la parte superior del meeir. Estaba tejido con hilos de
muchos colores, probablemente rojo, azul, morado y blanco, como los cortinajes y las
telas que cubrían el Tabernáculo. También llevaba hilos de oro fino entretejidos. El
efod se sujetaba a cada hombro mediante un ónice con forma de botón y en las dos
piedras estaban grabados los nombres de los doce hijos de Jacob: seis en cada una. Se