Page 587 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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Sobre el mismo tema, Papus, en El tarot de los bohemios, ha escrito lo siguiente:
«No debemos olvidar que los rosacruces fueron los iniciadores de Leibniz y los
fundadores de la masonería propiamente dicha a través de Ashmole». Si los
fundadores de la masonería fueron iniciados en el Gran Arcano egipcio —el
simbolismo de la masonería moderna indicaría que así fue—, cabe suponer que
obtuvieron aquella información de una sociedad cuya existencia reconocían y que
estaba capacitada para enseñarles aquellos símbolos y alegorías.
Una de las teorías con respecto a las dos órdenes apunta a que la masonería fue un
derivado del rosacrucismo, es decir, que los «Filósofos Desconocidos» se dieron a
conocer a través de una organización creada por ellos mismos para asistirlos en el
mundo material. A continuación, la historia cuenta que los adeptos rosacruces,
descontentos con su progenie, se retiraron sigilosamente de la jerarquía masónica,
dejando atrás su simbolismo y sus alegorías, pero llevándose consigo las claves
necesarias para acceder al significado secreto de aquellos símbolos ocultos. Los
especuladores han llegado incluso a afirmar que, en su opinión, la masonería moderna
ha absorbido por completo el rosacrucismo y ha sido su sucesora como la mayor
sociedad secreta del mundo. Otras mentes igual de eruditas sostienen que la
Hermandad Rosacruz sigue existiendo y que preserva su individualidad como
consecuencia de haberse retirado de la Orden masónica.
Según una tradición ampliamente aceptada, la sede central de la Orden Rosacruz
queda cerca de Carlsbad, en Austria. [170] Según otra versión, una escuela misteriosa,
semejante en sus principios generales a la Fraternidad de la Rosa Cruz y que se hace
llamar «Hermanos Bohemios», mantiene aún su individualidad en la Schwarzwald [171]
alemana. Una cosa es cierta: que, con el auge de la masonería, la Orden Rosacruz
prácticamente desapareció de Europa y, a pesar de las afirmaciones en contrario, es
verdad que el Grado 18, habitualmente conocido como Rose-Croix, perpetúa muchos
de los símbolos de los alquimistas del fuego rosacruces.
En un manuscrito anónimo inédito del siglo XVIII que lleva la marca del cabalismo
rosacruz, aparece la siguiente afirmación: «Daré ahora, sin embargo, al mundo de los
más sabios una paradoja para que resuelva; a saber: que algunos iluminados se han
dedicado a fundar escuelas del saber en Europa y que estas, por algún motivo
peculiar, se llaman a sí mismas Fratres Rosae Crucis. No obstante, poco después
comenzaron a aparecer escuelas falsas que corrompieron las buenas intenciones de
aquellos sabios. Por consiguiente, la Orden ya no existe como la mayoría de las
personas entiende la existencia, y como los miembros de esta fraternidad del Seculo