Page 663 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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cuatro mundos —como se muestra en la tabla—, el resultado es el número sagrado 12.
Como estos 12 son los fundamentos de la Gran Obra, en el Apocalipsis los llaman las
doce piedras angulares de la ciudad sagrada. Siguiendo la misma idea, Pitágoras
afirmaba que el dodecaedro, el cuerpo geométrico simétrico de doce caras, era la base
del universo. ¿No habrá también alguna relación entre este misterioso 3 veces 4 y los
cuatro grupos de tres que, según la leyenda del tercer grado de la masonería, van a los
cuatro ángulos del querubín, la criatura compuesta de cuatro partes?
La tabla de la página siguiente muestra los ángulos a los que van los grupos de tres
(sal, azufre y mercurio) en busca de Hiram.
Hay otro cuadro que tendría interés para los estudiosos masónicos: uno que
muestra la relación entre las tres sustancias (sal, azufre y mercurio) y determinados
símbolos que los masones conocen. Esta tabla también tiene una versión alternativa,
en función de la combinación de los principios filosóficos, que resultan difíciles —si
no imposibles— de separar en orden cronológico.
Los principios filosóficos, que resultan difíciles si no imposibles de separar en
orden cronológico.
Las tres luces: fuego estelar - fuego solar - fuego lunar