Page 777 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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estudioso  de  la  masonería  tiene  que  hacer  frente  a  pocos  problemas  que  no  pueda

  resolver.





  Los Arquitectos Dionisíacos



  La  más  célebre  de  las  fraternidades  antiguas  de  artesanos  era  la  de  los  Arquitectos
  Dionisíacos:  una  organización  compuesta  solo  por  iniciados  en  el  culto  a  Baco  o

  Dioniso  y  consagrada  especialmente  a  la  ciencia  de  la  construcción  y  al  arte  de  la

  decoración. A sus miembros, reconocidos como custodios de un conocimiento secreto

  y  sagrado  de  la  arquitectura,  se  les  encomendaba  el  diseño  y  la  construcción  de
  edificios y monumentos públicos. La excelencia superlativa de sus obras elevó a los

  miembros del gremio a una posición de dignidad incomparable: los consideraban los

  maestros  artesanos  de  la  tierra.  Por  los  primeros  bailes  celebrados  en  su  honor,  se

  consideraba  a  Dioniso  el  fundador  y  patrono  del  teatro  y  los  dionisíacos  se
  especializaron  en  la  construcción  de  edificios  adaptados  para  las  representaciones

  teatrales.  En  el  patio  de  butacas  circular  o  semicircular,  siempre  erigían  un  altar

  dedicado a Dioniso y los ritos de los Misterios solían ser el motivo de las tragedias y
  las  comedias  que  se  representaban.  Cuentan  acerca  de  Esquilo,  el  famoso  poeta

  griego,  que,  como  aparecía  en  una  de  sus  propias  obras  de  teatro,  una  turba  de

  espectadores  furiosos  sospechó  que  estaba  revelando  alguno  de  los  secretos  más
  profundos de los Misterios y se tuvo que refugiar en el altar de Dioniso.

       Con tanto cuidado salvaguardaban los Arquitectos Dionisíacos los secretos de su

  oficio que solo existen documentos fragmentarios de sus enseñanzas esotéricas. John

  A. Weisse resume con las siguientes palabras la escasa información disponible acerca
  de la orden:



       Aparecieron,  sin  duda,  a  más  tardar  en  el  año  1000  a.  d.  C.  y  parece  que

       disfrutaban de privilegios e inmunidades especiales. También poseían medios

       secretos  para  reconocerse  y  estaban  vinculados  por  especialidades  que  solo
       ellos  conocían.  Los  más  ricos  de  aquella  fraternidad  estaban  obligados  a

       mantener a sus hermanos más pobres Se dividían en comunidades que estaban

       regidas por un Maestro y Celadores, y se llamaban γυνoικιαι                           [204] . Celebraban

       un  gran  festival  anual  y  eran  muy  estimados.  Sus  ceremoniales  se

       consideraban sagrados Se dice que Salomón, a petición de Hiram, rey de Tiro.
       los  contrató  para  su  templo  y  sus  palacios:  también  trabajaron  en  la
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