Page 886 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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Posteriormente, cuando fue arrestado y enviado a la Bastilla, Cagliostro escribió
en el muro de su celda el siguiente mensaje críptico, que, cuando se interpreta, quiere
decir: «En 1789, la Bastilla asediada será demolida por vosotros el 14 de julio de arriba
abajo». Cagliostro fue el representante misterioso de los Caballeros Templarios, el
iniciado rosacruz de cuya espléndida sabiduría da fe la profundidad del rito egipcio de
la masonería. Por consiguiente, el conde de Cagliostro sigue siendo uno de los
personajes más extraños de la historia: sus amigos creen que ha vivido desde siempre
y que participó en las bodas de Caná, mientras que sus enemigos lo acusan de ser el
diablo en persona. Alejandro Dumas describe con habilidad su capacidad profética en
El collar de la reina. El mundo al que pretendía servir a su extraña manera no lo
aceptó, sino que, a lo largo de los siglos, ha seguido persiguiendo de forma
implacable hasta la memoria de aquel adepto ilustre que, incapaz de llevar a cabo la
gran labor que tenía entre manos, se hizo a un lado para favorecer a un compatriota
suyo, que lo consiguió: el conde de Saint Germain.
El conde de Saint Germain
Durante la primera parte del siglo XVIII apareció en los círculos diplomáticos europeos
la personalidad más desconcertante de la historia: un hombre cuya vida se acercaba
tanto a ser sinónimo de misterio que el enigma de su verdadera identidad resultaba tan
insoluble para sus contemporáneos como lo ha sido para los investigadores
posteriores. El conde de Saint Germain era reconocido como el erudito y lingüista más
destacado de su época. Sus logros versátiles abarcan desde la química y la historia
hasta la poesía y la música. Tocaba varios instrumentos musicales con gran maestría y
entre sus numerosas composiciones figura una ópera breve. También fue un pintor de
una habilidad poco común y se cree que los notables efectos luminosos que creaba en
el lienzo se debían a que mezclaba madreperla en polvo con sus pigmentos. Se ha
distinguido en todo el mundo por su aptitud para reproducir en sus pinturas el brillo
original de las piedras preciosas que aparecen en los trajes de sus modelos. Sus
conocimientos lingüísticos rondaban lo sobrenatural. Hablaba alemán, inglés, italiano,
portugués, español, francés con acento piamontés, griego, latín, sánscrito, árabe y
chino con tanta fluidez que en cada país que visitaba lo tomaban por autóctono. Era
ambidiestro hasta tal punto que podía escribir el mismo artículo con las dos manos al
mismo tiempo. Cuando después se ponían los dos trozos de papel con una luz por
detrás, lo escrito en una hoja cubría con exactitud, letra por letra, lo escrito en la otra.