Page 450 - Dune
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—Ríndete, capitán —dijo Paul, usando de nuevo la Voz.
El hombre a la izquierda del capitán saltó de pronto hacia Paul, para tropezar con
el relampagueante impacto del cuchillo de su propio capitán contra su pecho. El
atacante cayó al suelo, con el cuchillo hundido en su cuerpo.
El capitán hizo frente al único compañero que le quedaba.
—Yo soy quien decide cuál es el mejor modo de servir a Su Majestad —dijo—.
¿Comprendido?
El Otro Sardaukar relajó los hombros.
—Suelta tu arma —dijo el capitán.
El Sardaukar obedeció.
El capitán volvió de nuevo su atención hacia Paul.
—He matado a un amigo por vos —dijo—. Recordémoslo siempre.
—Sois mis prisioneros —dijo Paul—. Os rendís a mí. Que viváis o muráis no
tiene ninguna importancia —hizo un gesto a los guardias para que se llevaran a los
dos Sardaukar.
Cuando los Sardaukar hubieron desaparecido, Paul se volvió hacia su
lugarteniente.
—Muad’Dib —dijo el hombre—. Te he fallado en…
—El fallo ha sido mío, Korba —dijo Paul—. Tenía que haberte advertido. En el
futuro, cuando registres a un Sardaukar, recuerda esto. Y recuerda también que todos
ellos llevan una o dos uñas de sus pies falsas, que pueden ser combinadas con otros
elementos ocultos en su cuerpo para montar un efectivo radiotransmisor. Tienen uno
o varios dientes falsos. Llevan espiras de hilo shiga ocultas entre sus cabellos… tan
fino que es casi invisible, pero lo bastante fuerte como para estrangular a un hombre e
incluso cortarle la cabeza en el proceso. Con los Sardaukar, hay que examinarles
centímetro a centímetro, sondearlos con rayos X, cortarles todo el pelo y el vello de
su cuerpo. Y cuando hayas terminado, puedes estar seguro de que aún no habrás
descubierto todo lo que llevan.
Alzó los ojos hacia Gurney, que se les había acercado.
—Entonces, es mucho mejor matarles —dijo el lugarteniente. Paul agitó la
cabeza, sin dejar de mirar a Gurney.
—No. Quiero que consigan escapar.
Gurney desorbitó los ojos.
—Señor… —jadeó.
—¿Sí?
—Tu hombre tiene razón. Hay que matar a esos prisioneros inmediatamente.
Destruir todas las evidencias de ellos. ¡Has humillado a los Sardaukar Imperiales!
Cuando el Emperador sepa esto, no se detendrá hasta que no te vea asándote a fuego
lento.
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