Page 27 - Libro PQRS prueba
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“PONGA LA QUEJA, PARA LO QUE ME VAN A DECIR”                                                         compra, la Señora Teresa le pregunta si se le efectuó descuento a su
                                                                                                                         mercado y no responde. Al no escuchar una respuesta, Paula le mani-
            En uno de nuestros Supermercados, la señora Paula Ojeda en compa-                                            fiesta: “contéstele a mi mamá que le está preguntando por el descuento”,
            ñía de Teresa, su mamá, se someten a las malas actitudes del personal                                        a lo que responde: “no ve que ya se lo estoy haciendo”. En ese momento
            de atención en caja, pues el trato recibido por Alex, hizo tener una expe-                                   Paula le indica que va a poner una queja y Alex con una actitud grosera
            riencia negativa en su visita a Mas x Menos.                                                                 y arrogante dice “para lo que me van a decir”, al notar las acciones que
                                                                                                                         iba a tomar la cliente, Alex se acerca a decirle a la jefe que "vaya y mire
                                                                                                                         las cámaras para que se dé cuenta lo mal que ella me trato".


                                                                                                                         Ser amables no se trata de adorar al cliente, sino de tratarlo con respeto
                                                                                                                         y eficacia, además es nuestro deber comunicar las actividades y eventos
                                                                                                                         que tenemos en la Compañía, más aun en línea de cajas donde nuestro
                                                                                                                         protocolo de servicio nos obliga a decirlo.


                                                                                                                         Diariamente en nuestros puntos de venta nos encontraremos con una
                                                                                                                         variedad de clientes: complicados, sencillos, amables, antipáticos, agra-
                                                                                                                         decidos y en ocasiones irritantes. Sin embargo, debemos ser empáticos
                                                                                                                         a la hora de entrar en contacto, reconocer sus necesidades y caracterís-
                                                                                                                         ticas para conectar correctamente con cada uno de ellos, no dejarlos ir
                                                                                                                         sin que se enteren de todo lo que tenemos para ofrecerles, muy segura-
                                                                                                                         mente así no nos lo agradezcan en el instante lo llevarán en su cabeza
                                                                                                                         y cuando lo recuerden acudirán a nuestro supermercado.


                                                                                                                           “Es mucho más fácil ser amable, respetuoso y empático con tus
                                                                                                                         clientes, y tratar de ayudarles antes de que te lo pidan… que inten-
            El hecho sucede cuando las Señoras Paula y Teresa abordan el puesto                                                          tar reparar una relación rota con ellos”.
            de pago para registrar su compra y requerir información acerca del
            evento del día, pero Alex, quien en este caso atiende en la caja, no da                                                                     -  Mark Cuban
            respuesta a las inquietudes de las clientes, cuando se insiste sobre una
            respuesta, la Señora Paula manifiesta que “contesta de mala manera y
            se burla de nosotras diciendo que no le importa que nos quejemos y que
            por lo mucho que le van a decir”.


            De mala gana Alex les indica el descuento del día y una vez finalizada la




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