Page 201 - Vernant, Jean-Pierre - El universo, los dioses, los hombres. El relato de los mitos griegos
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Las otras dos Gorgonas se despiertan al oír el grito de
Medusa. Con los chillidos estridentes y espantosos que las
caracterizan, se lanzan en persecución de Perseo. Este, al
igual que ellas, puede volar, pero, además, tiene la ventaja
de ser invisible. Intentan atraparlo, pero consigue escapar,
y ellas están que trinan.
LA BELLEZA DE ANDRÓMEDA
Perseo llega a las riberas orientales del Mediterráneo, a
Etiopía. Mientras vuela por los aires, descubre a una mu
chacha bellísima encadenada a una roca, tan cerca del mar
que las olas le mojan los pies. Esta visión lo conmueve. La
joven se llama Andrómeda. Ha sido colocada en tan peno
sa situación por su padre, Cefeo. Su reino ha conocido
graves azotes. Hacen saber al rey y a su pueblo que la úni
ca manera de terminar con tantas calamidades es entregar
a Andrómeda a un monstruo marino, a uno de aquellos
seres que surgen del mar y pueden desencadenar olas terri
bles capaces de sumergir al país; así que la abandonan en
la roca para que el mar disponga de ella como quiera, es
decir, la devore o la haga suya.
La desdichada gime, y su lamento llega hasta Perseo,
que vuela por los aires; lo oye, la ve. Su corazón se siente
embargado por la belleza de Andrómeda. Busca a Cefeo,
que le cuenta lo que ha ocurrido. Perseo le promete libe
rar a su hija si se la da como esposa. El padre acepta, pen
sando que, en cualquier caso, es imposible que el joven
llegue hasta ella, Perseo regresa al lugar donde Andróme
da, rodeada por las olas, permanece atada, de pie sobre
un pequeño peñasco. El monstruo avanza hacia ella, in
menso y temible, aparentemente invencible. ¿Qué puede
hacer Perseo? Con las fauces abiertas y la cola golpeando
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