Page 196 - Vernant, Jean-Pierre - El universo, los dioses, los hombres. El relato de los mitos griegos
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forman un  trío de seres horribles y mortíferos,  de las cua­
         les dos  son  inmortales  mientras  que la  tercera,  que se lla­
         ma  Medusa,  es  mortal.  Esta  cabeza,  la  de  Medusa,  es  la
         que debe conseguir.
             Así pues, se trata de localizar a las Gorgonas,  de saber
         cuál de ellas es Medusa y de cortarle la cabeza.  No  es  una
         tarea fácil.  En primer lugar, hay que saber dónde ir a bus­
         carlas,  y  para  ello  Perseo  tendrá  que  salvar  una  serie  de
         etapas y de pruebas con la ayuda de sus dioses protectores.
         La primera prueba consiste en descubrir y abordar un trío
         de hermanas de las Gorgonas, las Grayas, que son, al igual
         que  las  Gorgonas,  las  hijas  de  unos  monstruos  especial­
         mente  peligrosos,  Forcis  y  Ceto,  dos  seres  marinos  del
         tamaño  de  una  ballena.  Las  Grayas  no  viven  en  un  país
         tan  lejano  como  sus  hermanas.  Las  Gorgonas  viven  más
         allá  del  Océano,  más  allá  de  las  fronteras  del  mundo,  en
         las  puertas  de  la  Noche,  mientras  que  las  Grayas  están
         en  el  mundo.  Las  Grayas,  también son  tres. Al  igual  que
         las  Gorgonas,  son  jóvenes,  pero  jóvenes  que  han  nacido
         viejas. Son unas jovencitas ancestrales,  unas jóvenes ancia­
         nas.  Están  llenas  de  arrugas,  tienen  la  piel  amarillenta  y
         rugosa como la nata que se forma en la superficie de la le­
         che con el paso de los días.  En griego se llama grays,  y de
         ahí procede su nombre.  El cuerpo de esas jóvenes divinas
         no es rosado, sino que presenta la monstruosa particulari­
         dad  de  tener  la piel  de  anciana,  una  piel  completamente
         marchita,  completamente  arrugada.  Tienen  también  otra
         característica:  forman  un  trío  tan  unido  y  solidario  que
         disponen para las tres de un  único ojo y un único diente.
         Como si fueran un único e idéntico ser.
             Un  único  ojo,  un  solo  diente:  podríamos  pensar que
         todo eso no es mucho y que están realmente disminuidas.
         Pero no es cierto, ya que, como ellas sólo tienen un ojo, se
         lo  pasan  de  una  a  otra  ininterrumpidamente,  de  manera

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