Page 145 - Orestiada. Agamenón. Las Coéforas. Las Euménides

AGAMENÓN

En cambio, nosotros, ineptos por la carne vieja
y ahora apartados de tal campaña,
aquí aguardamos, con la potencia
de un niño que se guía con el bastón, 75
pues el tuétano de la juventud que en el pecho
dentro gobierna
es igual a la de un viejo: Ares ahí ya no habita.
Y la vejez extrema de follaje ya
del todo marchito con tres pies los caminos 80
marcha, y sin el arresto de un niño
como sueño que aparece en el día deambula.
Pero tú, de Tíndaro
hija, reina Clitemnestra
¿qué sucede?, ¿qué noticia hay?, ¿qué sabes?, 85
¿a causa de qué mensaje
persuasivo aquí y allá haces sacrificios?
De todos los dioses que custodian la ciudad,
los de las alturas, los subterráneos,
los de las puertas y los de las ágoras 90
los altares con ofrecimientos arden.
Y de un lugar a otro disparada al cielo
la llama se eleva,
hechizada, de un sacro aceite,
con suaves exhortaciones y sin engaño, 95
traído del fondo del palacio.
De estas cosas refiéreme lo que puedas
y lo que la justicia permita,
y conviértete en curandera de mi inquietud
que ahora, por los sacrificios que haces brillar, la apacible 100

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