Page 46 - LOS PROTOCOLOS DE LOS SABIOS DE SION
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PROTOCOLO XIII.



                         La necesidad del pan de cada día (el "Yugo del Pan").- Las cuestiones
                  políticas.-Las cuestiones industriales.- Las casas públicas.-La verdad es una.- Los
                  grandes problemas.-



                         La necesidad del pan de cada día hace a los Goim (los Gentiles) callar, y los
                  convierte en nuestros humildes servidores. Los agentes, sacados de entre ellos por
                  nuestra prensa, discutirán bajo nuestras órdenes todo aquello que nos sería molesto
                  publicar directamente      en   documentos     oficiales,  y nosotros,   entretanto,
                  aprovechando el ruido provocado por estas discusiones, tomaremos las medidas
                  que juzguemos convenientes y las presentaremos al público como un hecho
                  consumado.

                         Nadie tendrá el atrevimiento de reclamar la anulación de lo que se haya
                  decidido, tanto más cuando esto será presentado como un progreso. La prensa, por
                  otra parte, llamará la atención hacia otras nuevas cuestiones; ya hemos
                  acostumbrado a los hombres a esto, como sabéis, a buscar siempre novedades.
                  Algunos imbéciles, creyéndose instrumentos del DESTINO, se lanzarán sobre estas
                  nuevas cuestiones, en las que no entienden ni una palabra de lo que intentan
                  discutir.

                         Las cuestiones políticas no son asequibles a nadie, sino a los que han creado
                  la  misma  política  y  desde  hace  siglos  la  vienen  dirigiendo.  Por  aquí  veréis  que
                  sondeando la opinión de las multitudes no hacemos más que facilitar la realización
                  de nuestros designios y podéis notar que simulamos buscar la aprobación no de
                  nuestras acciones, sino de nuestras palabras pronunciadas en tal o cual ocasión.
                  Continuamente estamos proclamando que en todas nuestras providencias y
                  disposiciones no tenemos más norte ni más guía que la esperanza unida a la certeza
                  de ser útiles al bien común. Para distraer a los hombres demasiado inquietos de las
                  cuestiones políticas les pondremos delante las pretendidas nuevas cuestiones
                  industriales. Que desahoguen sus furias sobre estos nuevos temas.

                         Las masas consentirán en permanecer inactivas y en descansar de su
                  pretendida actividad política (a la cual nosotros mismos las hemos acostumbrado
                  para luchar por medio de sus intermediarios con los gobiernos de los Gentiles) bajo
                  la condición de tener nueva ocupación; nosotros les señalaremos casi la misma
                  dirección política. Con el objeto de que no lleguen a nada por medio de la reflexión,
                  les distraeremos de pensar en cosas serias por medio de las diversiones, de los
                  juegos, de los pasatiempos, de las satisfacciones de las pasiones, de las casas
                  públicas... Muy pronto propondremos por medio de la prensa concursos de arte, de






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