Page 67 - LOS PROTOCOLOS DE LOS SABIOS DE SION
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esos gobiernos a la bancarrota. Todo empréstito demuestra la debilidad del Estado
                  y la incomprensión de sus derechos. Los empréstitos, como la espada de Damocles,
                  están amenazando sobre la cabeza de los gobiernos, que en vez de tomar los que
                  son únicamente necesarios de entre sus propios súbditos, mediante un impuesto
                  provisional, acuden como mendigos con la mano extendida a implorar limosna a
                  nuestros banqueros. Los empréstitos exteriores son las sanguijuelas que nunca
                  pueden ya despegarse del cuerpo del Estado y que están chupando, si no caen por sí
                  solas o si el Estado no las arroja radicalmente. Pero los Estados Gentiles, lejos de
                  arrancárselas, siguen aplicándoselas, aunque tengan que perecer a consecuencia de
                  estas sangrías voluntarias. En realidad, ¿qué es por otra parte lo que representa un
                  empréstito, especialmente si éste es exterior? El empréstito es la emisión de letras
                  de cambio del gobierno conteniendo una obligación a cierto interés proporcional al
                  monto del capital por el que se hace el empréstito. Si el empréstito está tasado al
                  cincuenta por ciento, en veinte años el Estado ha pagado sin utilidad ninguna un
                  interés igual al empréstito; en cuarenta años, una suma doble; a los setenta, una
                  triple, y la deuda queda siempre sin amortizar. Por aquí se verá que bajo la forma de
                  un empréstito individual, el Estado toma hasta los últimos céntimos del pobre,
                  invirtiéndolos en pagar a los ricos extranjeros de los que ha tomado prestado el
                  dinero,  en  vez  de  ir  acumulando  sus  riquezas  para  sus  necesidades,  sin  pagar
                  intereses. Si los empréstitos son interiores, los Gentiles no hacen otra cosa que
                  traspasar  el  dinero  de  la  bolsa  del  pobre  a  la  caja  de  los  ricos.  Pero  una  vez  que
                  nosotros nos hemos ganado a las personas que nos eran necesarias para hacer que
                  los empréstitos se traspasaran al exterior, todas las riquezas de los Estados pasaron
                  a nuestras capas y todos los Gentiles quedaron reducidos a pagarnos este tributo de
                  vasallaje. Si la ligereza de los gobernantes Gentiles, en lo relativo a los negocios de
                  Estado, si la corrupción de los ministros, o la ignorancia en materia hacendaria de
                  otros gobiernos han abrumado a sus pueblos de deudas que no pueden reembolsar
                  a  nuestras  cajas,  debéis  saber  que  esto  también  nos  ha  costado  mucho  dinero  y
                  grandes esfuerzos.

                         Nosotros no permitiremos el estancamiento de la moneda, y así no habrá
                  obligaciones sobre el Estado a excepción de una serie de obligaciones al uno por
                  ciento, a fin de que el pago de intereses no entregue el poder del Estado a las
                  sanguijuelas que lo chupan. El derecho de emisión de valores quedará reservado
                  exclusivamente a las compañías industriales que pagarán sin dificultad los intereses
                  con sus ingresos; mientras que el Estado no saca ningún provecho del dinero que se
                  le presta, aunque el préstamo sea para gastar y no para hacer inversión alguna con
                  él. Los papeles industriales serán comprados por el mismo gobierno,
                  transformándose así de recaudador de impuestos en prestamista por cálculo. Esta
                  providencia hará cesar el estancamiento del dinero, el parasitismo y la prensa que
                  nos eran útiles, mientras los Gentiles eran independientes; pero que no son
                  deseables una vez establecido nuestro gobierno.

                         ¡Es evidente lo escasos de reflexión que son los cerebros puramente
                  animales de los Gentiles! Nos tomaban empréstitos con interés, sin reflexionar que
                  debieran haber tomado ese dinero, aun con mayor interés, de las cajas de sus
                  Estados para pagarnos a nosotros. ¿Qué cosa había más fácil que tomar el dinero
                  que necesitaban de sus contribuyentes? Esto demuestra la absoluta superioridad de




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