Page 68 - LOS PROTOCOLOS DE LOS SABIOS DE SION
P. 68

nuestra inteligencia que supo presentarles el negocio de los empréstitos bajo el
                  aspecto de que eran ventajosos para ellos. Los cálculos que nosotros presentamos,
                  esclarecidos a su tiempo con la enseñanza de la experiencia de muchos siglos, que
                  los estados Gentiles nos han dado en la materia, se distinguirán por su claridad y
                  certeza, y demostrarán a todos hasta la evidencia la utilidad de nuestras reformas e
                  innovaciones. Pondrán fin a los abusos, merced a los que hemos tenido bajo nuestro
                  poder a los Gentiles, abusos que ya no podrán admitirse en nuestro gobierno.

                         Estableceremos también nuestro sistema de contabilidad, por el que ni el
                  más insignificante funcionario podrá distraer de su objeto la más pequeña suma, sin
                  que ello sea advertido, ni aun darle siquiera otro destino del que tiene indicado
                  siempre en nuestro plan de acción. Es imposible gobernar sin un plan definido.
                  Hasta los héroes, que siguen un camino determinado pero sin ciertas reservas, al fin
                  perecen en él. Los gobernantes Gentiles, a los que en otras ocasiones hemos
                  aconsejado que se distrajeran de los negocios de Estado, por medio de las
                  recepciones diplomáticas y de etiqueta y demás diversiones, no eran más que
                  biombos y pantallas tras de los cuales actuaba nuestro gobierno. Los informes de
                  los favoritos que los reemplazaban en el despacho de los negocios eran
                  suministrados por nuestros agentes y dejaban siempre satisfechas sus obtusas
                  inteligencias con las promesas para el porvenir de economías y mejoramientos.
                  Pero, economías ¿de qué? ¿De nuevos empréstitos? Esto hubieran podido preguntar
                  y no lo preguntaban a aquellos que leían nuestras cuentas y nuestros proyectos.
                  Bien sabéis hasta dónde los ha conducido semejante apatía y a qué desbarajuste
                  económico han llegado, a cambio de la admirable actividad de sus pueblos.

































                                                            67
   63   64   65   66   67   68   69   70   71   72   73