Page 341 - Mahabharata
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4. Virata 321
—Mi ira desapareció al escuchar las palabras de Bhishma, olvidémonos ahora de
esta charla. Hagamos las cosas de forma que Arjuna no se encuentre en la lucha con
Duryodhana. Sé que Arjuna ya puede aparecer a campo abierto pues los trece años del
exilio de los pandavas han acabado ya. La ira de Arjuna contra Duryodhana será terrible.
Evitemos este encuentro. No me cabe duda de que ha acabado el período de su exilio.
Pido a nuestro venerable Bhishma que aclare las dudas de Duryodhana.
Bhishma miró con compasión a Duryodhana y le dijo:
—Hijo mío, Drona tiene razón, su tiempo se ha acabado. La revolución de la rueda
del tiempo es constante. Las estrellas y planetas, sin embargo, tienen su efecto durante
su evolución. Los astrólogos han calculado sus influencias en cada momento, las cuales
pasan desapercibidas para nosotros. De acuerdo a ellos, cada cinco años hay un aumento
de dos meses en la extensión del tiempo. Durante estos trece años ha habido un aumento
de cinco meses y doce días. Los pandavas han pasado doce años en el bosque y un año
escondidos. Pero han pasado cinco meses de exilio innecesario. Yudhisthira debe haberlo
sabido y también los cuatro hermanos de esa alma tan gentil. Yudhisthira es muy justo y
muy noble, y no ha querido disminuir el último año restándole estos cinco meses. Junto
con sus hermanos también ha permitido que transcurriera todo este tiempo en silencio.
No quiso acortar este año. No quiere dar lugar a discusiones sobre la duración del exilio.
No quiere que haya ni un pelo de duda en sus argumentos sobre los hechos, por eso ha
permanecido en silencio. Arjuna sabe que los trece años han pasado y es por eso por
lo que ha salido al descubierto. Incluso esto lo ha hecho porque quiere ayudar a su rey.
Los pandavas están atados por los grilletes del Dharma y jamás los romperán, nunca
dirán una mentira. Si Yudhisthira dice que el tiempo del exilio se ha acabado, es que se
ha acabado; eso es todo. —Esperó durante un momento y luego continuó diciendo—:
Fíjate en Arjuna, es invencible. Si él y sus hermanos deciden luchar contra nosotros
no tenemos posibilidad alguna de vencerles. Yo te tengo mucho aprecio y no quiero
verte destruido. Esta es tu única oportunidad. ¿Por qué los consideras todavía como
tus enemigos? Devuélveles su reino, haz la paz con ellos y serás feliz. El mundo entero
se librará de la gran masacre. Acepta mi consejo, llama a los pandavas a tu presencia y
devuélveles su reino.
El rostro de Duryodhana palideció de disgusto. Todos sus sueños de mandarles de
nuevo al bosque se habían ido para siempre. Sus ojos se enrojecieron por la ira y dijo:
—No les devolveré su reino a los pandavas; hablemos de la guerra y de nada más.
Voy a luchar: ahora y luego también. Por favor, haced los preparativos para la guerra
ahora.
Drona dijo:
—Por favor, acepta mi consejo. Dividamos el ejército en cuatro partes. Duryodhana,
llévate contigo un cuarto del ejército y dirígete hacia Hastinapura. —Miró a los otros y