Page 146 - Egipto Tomo 1
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y que ya puesto el sol, encontré albergue bajo el hospitalario techo del digno Ahmed Back—
shish. Una schurbe (sopa) no mal condimentada, una gallina rellena de arroz y pasas, y
algo de pescado frito que me sirvieron , por aquello de que á buen hambre no hay pan duro,
supiéronme á gloria; no menos que el contenido de la última de mis botellas, al hijo de la
casa, el majestuoso Mustafá, el cual, á trueque de festejar y honrar debidamente á su
huésped, renunció á algunos de los goces del paraíso, y faltó al precepto que prescribe la
abstinencia del vino. Pero si el refrán se cumplió en su primera parte, faltó por completo
EXCAVACIONES DE TANIS
en la segunda. De como pasé aquella noche vale más no acordarse: júzguese lo que seria,
teniendo en cuenta que la pasé sobre una alfombra tendida en el duro suelo, entre
mis criados y no pocos pescadores, y sin tener á mano mi provisión de polvos
insecticidas.
No hav pues para que decir si saludé con placer la aparición del crepúsculo. En cuanto
rayó el alba dejé el fementido lecho, bañóme en el agua frígidísima del Nilo, y seguí al
hijo de mi huésped á los restos de Tanis.
Al cabo de algunos minutos hallábame en medio de las ruinas. De muchas de las ciuda-
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