Page 370 - Egipto Tomo 1
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                diminutos de prolija labor, ó mullidas y perfumadas alfombras. Háblase de un tapiz, de
                la época de Mo’ezz, que tenia representadas las ciudades más importantes del mundo, al
                                          lado de cada una de las cuales había un texto
                                          explicativo con caracteres de oro y de plata, que
                                          había  costado nada menos que 22,200 dinares
                                          (165,000 pesetas). Los ebanistas agotaban todos
                                          los recursos del arte en la fabricación de muelles
                                          taraceados , para los cuales empleaban ricas ma-
                                          deras de color oscuro sobre cuyo fondo resaltaban
                                          á maravilla las complicadas labores realizadas con
                                          otras maderas de color más claro, con nácar v
                                                                ^
                                                                        «j
                                          con  marfil;  y jamás  se han  visto fundas más
                                          bellas para cojines y almohadones, que las que
                                          se  confeccionaban  con  los  preciosos damascos
                                          tejidos en aquella sazón en Egipto. En otro lugar
                     DAMASCO DE SEDA ARABE DEL SIGLO  II  hemos hablado de  las  estofas de Damieta:  en
                  De un vestido de Enrique el Santo en Bamberga. Museo
                           Germánico      ellas veíanse hábilmente reproducidas caprichosas
                figuras de animales diversos, así como en las recias estofas llamadas diback veíanse flores
                de mil  diversos  colores,  de cuya riqueza y  perfección podemos formarnos idea por  las
                vestiduras sacerdotales, especialmente capas pluviales, que usan todavía los ministros del
                culto católico. Los obreros más hábiles eran los
                cristianos coptos de la Delta y de Siut en el Egipto
                superior, en cuyos puntos se fabricaban tejidos para
                muebles de  rojo púrpuro  (carmesí).  Hasta  los
                utensilios más sencillos del menaje casero,  tales
                como objetos de alfarería y de latón presentaban
                formas  graciosísimas  y  estaban  adornados  con
                diminutas labores taoushir, siendo de ello testimo-
                nio fehaciente los jarros y palanganas de que se
                servían para  lavarse  las manos después de  las
                comidas, las lámparas y faroles por medio de los
                cuales se iluminaban los patios y  aposentos, los
                platos,  las  fuentes,  los vasos,  las  botellas,  en
                suma todas  las  piezas  de  vajilla,  , y  los  botes,
                frascos y demás cachivaches en que guardaban las
                esencias, perfumes y aguas de olor, de que hacían  TELA ARABE
                                                conservada en el Museo germánico de Nuremberg; fondo rojo
                                                subido y hoja gris, alternando las costuras amarillas y doradas
                gran consumo, y á los cuales tan aficionado ha-
                bíase mostrado el Profeta, y hasta las golosinas,  confituras, jarabes y sorbetes, en cuya
                confección son aún hoy dia maestros los cairotas, que saben confeccionarlos de mil maneras
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