Page 40 - Egipto Tomo 1
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22 ALEJANDRIA ANTIGUA
llegó á mis manos en Kalligeneia, en cuyo templo me hallo ahora, la carta del rey, que tú me
enviaste, díme á leerla con verdadero afan: el gozo que su lectura me proporcionaba era tan
intenso que á duras penas lograba ocultarlo á los presentes. Conmigo estaban mi madre, mi
hermana segunda Eufronita, y una amiguita mia á quien tú conoces, las cuales viendo
pintado el júbilo en mis mejillas y radiantes mis ojos de alegría, exclamaron: «¿Qué dicha es
esta que por las puertas se te ha entrado, querida Glicerita, que no parece sino que te estás
bañando en agua de rosas, tanta satisfacción brilla en tu semblante?» A lo cual contesté: «El
rey de Egipto Tolomeo invita á mi Menandro á que se traslade á su córte, y le ofrece poco
ménos que la mitad de su reino. Tales palabras prenunciólas en alta y sonora voz, á fin de
que pudieran comprenderlas perfectamente cuantos allí se encontraban, estrechando contra
mi corazón, y poniendo luego de manifiesto, la carta, autorizada con el sello real.»
Aun suponiendo apócrifas dichas cartas, revelan, cuando ménos, el entusiasmo con que
eran recibidas por los griegos más distinguidos de aquel tiempo las invitaciones para el
Museo. En cuanto á Menandro no pudo salir de Atenas; pero en cambio no faltaron poetas
y sabios que, aceptando la invitación de Tolomeo, encontraron en la ciudad de Alejandría
una nueva patria que, no sólo entonces, sino también mucho tiempo después de haberse
extinguido el esplendor de la casa de los Lágidas, les dispensó la más grata y entusiasta
acogida.
Á Sóter y á Filadelfo sucedió el hijo de éste Evergetes, que con sus guerras ensanchó
por la parte de Oriente los límites de Egipto, y tuvo al mismo tiempo fuerza, espacio y
voluntad bastantes para que no perdiera Alejandría el monopolio de las artes, del comercio
y del saber.
Perdida por los Egipcios la batalla de Paneas, y siendo
de menor edad Tolomeo V, Epifanes, encargóse el senado
romano de la tutela del rey. Desde este momento hízose cada
dia más sensible el influjo romano en Alejandría, hasta el
reinado de Evergetes II (Fiscon), cuya mano criminal, ente-
reza de carácter v alta capacidad, lograron contener, bien que
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MONEDA DE TOLOMEO V, EPIFANES 1
sólo por breve tiempo, la completa ruina de su dinastía dege-
nerada. En los últimos tiempos, relativamente tranquilos, de su tormentoso reinado, logró
comunicar nueva vida al comercio de Alejandría; pero sus inmediatos sucesores destruyeron
por completo lo que todavía podía haberse salvado. El romano Pompeyo fué nombrado tutor
de Cleopatra
y de su hermano y marido Tolomeo XIII, y después de la batalla de Farsalia
murió asesinado por orden de su regio pupilo, junto á las playas egipcias. Pasados breves
dias, aportó César en Egipto, apoderóse del Bruchium, en el cual se hizo fuerte contra un
enemigo mucho más poderoso, y con la ayuda de Mitridates logró derrotar completamente á
sus adversarios egipcios. En un combate librado contra los romanos, en uno de los brazos de
la Delta del Xilo, pereció Tolomeo ahogado en el interior del buque que montaba,
y desde
entonces el Egipto y la Alejandría pertenecieron á los Romanos por más que Cleopatra y su