Page 15 - Schwarz, Dieter La francmasoneria
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Estos designios encontraron el apoyo en el hecho de que Anderson en las "Antiguas
                  Obligaciones" había desarrollado sus concepciones de "humanidad" y "tolerancia" en el
                  marco exclusivo de lo religioso, como era lógico en su tiempo. Si la Francmasonería
                  tenía el propósito de reunir miembros de las más diversas confesiones, era obvio que
                  aquél forzosamente había expresado de un modo tácito la negación de todo principio
                  racial.
                  Los "hermanos" de las logias judías de Inglaterra y Francia -quienes ya en el siglo
                  XVIII eran miembros de derechos absolutamente iguales y ocupaban una parte de los
                  cargos decisivos en ellas - desempeñaron un papel vital en favor de los judíos de
                  Alemania en esta cuestión.
                  Las primeras tentativas se produjeron en 1749, cuando en Hamburgo tres judíos
                  portugueses anunciaron su visita a la logia de esa ciudad. En 1787, el Maestre
                  Provincial de Logias, von Exter, se pronunció afirmativamente en cuanto al ingreso de
                  judíos a la Francmasonería.
                  A este respecto debe ser mencionado que, en la misma época, los judíos de Francia y de
                  América procedieron a ampliar su posición en la vida de las logias mediante la creación
                  de altos grados. Ya simplemente en lo que se refiere a los usos se puede apreciar esta
                  evolución en los distintos pedazos de los altos grados del Rito Escocés Antiguo y
                  Aceptado, así como en los ritos de Misraim y de Menfis.
                  En Alemania el desarrollo se limitó, por lo pronto, a las tentativas de los judíos de
                  abrirse paso a las logias. Con este fin se empleó toda organización que sirviera a las
                  finalidades judaicas.
                  En la Orden de los Hermanos Asiáticos se hallan, junto a una serie de miembros de la
                  nobleza, los nombres de un Isaak Oppenheirner, Irsch Wolff, Nathan Lipmann, Jakob
                  Götz, Markus Jakob Schlesinger y otros. El Maestro de la Orden, Ecker von Eckhoffen,
                  hasta llevó el nombre de la Orden "Israel". De él proviene la obra: ¿Son y pueden los
                  israelitas ser admitidos como francmasones? Es de suponer que estos nobles, que de tal
                  manera llegan a trabar relaciones con judíos, deben haber caído en dependencia
                  financiera de los israelitas, entre los cuales se hallaban, por supuesto, muchos hombres
                  de dinero.
                  Un giro fundamental se produjo cuando en agosto de 1807, los judíos se reunieron para
                  fundar una logia en Frankfurt del Maine, a fin de que "bajo la protección del Grand
                  Orient de Francia erijamos un templo al omnipotente arquitecto de todos los mundos en
                  Frankfurt del Maine."
                  Esta primera logia se denominó A lAurore Naissante (8) y se mostró de inmediato como
                  puerta de incursión para los fines judaicos-francmasónicos.
                  En ella, el tristemente célebre Ludwig Baruch-Börner fue miembro destacado,
                  desempeñando el cargo de "hermano orador". Este sujeto como epresentante de "La
                  Joven Alemania" desempeñó un miserable rol junto a Heine, vertiendo su sarcasmo
                  sobre todo aquello que para los alemanes era sagrado (A Goethe lo calificó de siervo
                  rimado, a los alemanes de pueblo de sirvientes que meneando la cola traerían de vuelta a
                  su amo la corona perdida).
                  Miembro de esa logia fue además el judío Gabriel Riesser, otro precursor activo de la
                  "emancipación" judaica, que hasta llegó a escalar la posición de miembro de la
                  Comisión Constitucional y segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional de
                  Frankfurt de 1848.
                  También el judío Isaac Crémieux visitó esa logia en diciembre de 1840, siendo honrado
                  mediante una fiesta y la designación de miembro de honor.
                  Los fundadores de la logia de los judíos se habían asegurado el apoyo de las dos
                  corrientes principales de la Francmasonería, del Gran Orient de Francia y de la Gran



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