Page 19 - Schwarz, Dieter La francmasoneria
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prédica en tal sentido. Este individuo fue objeto de grandes honores por parte de la Gran
Logia Negra de Boston. Llegó a ser el representante y defensor de sus pretensiones en
toda Enropa. En el Manual General se dice con respecto a Findel: "Así como en su
presentación contra la Gran Logia Regional en favor de la igualdad de derechos de los
no-cristianos, y en contra de los comprobantes históricos y las llamadas tradiciones de
aquella, Findel tambieñ propugn6 en el alpendre el reconocimiento de los masones de
color en Norteamérica, por lo cual la Gran Logia Prince-Hall de Boston lo designó Gran
Maestre honorario y presidente general en las grandes logias europeas, logrando en
calidad de tal el reconocimiento de las mismas por parte de varias grandes logias
continentales"
IV
La Francmasonería Internacional y la Guerra Mundial
1º El comportamiento de las logias en los Estados de la Entente
En los archivos de las logias se han hallado comprobantes demoledores acerca de la
directa participación de la Francmasonería en el estallido de la Guerra Mundial de 1914
(17).
Por otra parte, la postura pública adoptada por ella es por demás elocuente: las logias de
los Estados de la Entente abogaron abiertamente por la causa de los aliados. Similar
actitud fue observada también por las logias de los países neutrales. (Por razones obvias
no pudieron hacer lo propio públicamente las logias alemanas que trabajaban, como
veremos, al servicio del poder francmasónico que era quien realmente gobernaba la
Ententc).
En la propagación continua de noticias falsas y de supuestas atrocidades atribuidas a
Alemania y a sus fuerzas armadas, se distinguió especialmente el Gran Maestre de lá
Gran Logia suiza "Alpina", el pastor protestante Quartier La Tente, quien era al mismo
tiempo jefe de la Oficina Mundial Francmasónica de Ginebra.
Que en el paso de Italia al lado de nuestros adversários la Francmasonería, que trabajó
en estrecha unión con el Gran Oriente de Francia, también participó, eso no lo niegan ni
los mismos francmasones.
Durante la guerra, las Ligas francmasónicas de los Estados aliados y también de los
neutrales, se ocuparon reiteradamente en entrevistas y congresds de las condiciones bajo
las cuales sería concertada la paz, lo cual evidencia el poder omnímodo de la secta.
Especialmente ilustrativo fue a este respecto el "Congreso de los Fráncmasones de las
naciones aliadas y neutrales del 28, 29 y 30 de junio de 1917, en París, convocado por el
Gran Oriente y por la Gran Logia de Francia. En él fue discutida y proyectada una Liga
de las Naciones a crearse expresando el derecho de "autodeterminación" de los pueblos
y el derecho de las nacionalidades "subyugadas" de Austria y también de Polonia a su
"autonomía". Asimismo se exigió la cesión de Alsacia-Lorena y Trieste.
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