Page 33 - Schwarz, Dieter La francmasoneria
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Empero se ha puesto en evidencia que precisamente dentro de las organizaciones
                  políticamente más activas de la Francmasonería, en los sistemas de altos grados y en los
                  consejos superiores, los judíos a través de su afiliación simultánea con las más diversas
                  asociaciones de la subversión bolchevique, introducen en la Francmasonería el
                  marxismo. (25)
                  La historia nos muestra reiteradamente que la Francmasonería no sólo se opone
                  filosóficamente a los principios fundamentales de las formas de gobierno nacionalistas y
                  populares sino que ha desempeñado un rol decisivo en la destrucción de los Estados
                  auténticamente comunitarios y en la imposición violenta de los regímenes
                  demoplutocráticos primero y bolcheviques después.
                   Que la gran masa de los francmasones no tenga conciencia del trabajo preliminar que
                  están realizando en beneficio de la subversión marxista, carece de importancia en la
                  práctica. La aseveración ingenua de no haber tenido la intención de fomentar un
                  fenómeno de tal naturaleza, hasta ahora únicamente ha contribuido a impedir la
                  aclaración de la verdadera índole de los hechos. Tampoco habla en favor de la
                  Francmasonería el que a veces formalmente el bolchevismo se le ha opuesto. Esto tiene
                  lugar, por otra parte, sólo recién cuando el marxismo tiene el poder en sus manos.
                  Cuando se comprobó que numerosos comunistas franceses pertenecían a logias
                  francmasónicas, se dictó en 1923, la siguiente resolución del 4º Congreso de la III
                  Internacional: "Es necesario que los órganos directivos del Partido corten todos los
                  lazos de unión que conduzcan al estamento burgués, y que lleven a efecto en forma
                  radical la ruptura con la Francmasonería. El abismo que separa al proletariado de la
                  burguesía debe llegar a constituir conciencia plena del Partido Comunista. Pero una
                  fracción de los elementos conductores del Partido, ha tendido a través de ese abismo
                  puentes camuflados, habiéndose servido para ello de las logias francmasónicas. La
                  Francmasonería constituye la más desleal e infame opresión del proletariado por parte
                  de una burguesía con tendencias radicales. Nos hallamos forzados a combatirla hasta lo
                  último."
                  Ya anteriormente Trotsky había sentado su posición a esta cuestión. En febrero de 1923,
                  el Diario francmasónico de Viena, escribió: "Moscú. En el diario Izvestia de acuerdo, al
                  Times, Trotsky pronunció un juicio aplastante, pero seguramente no fundado en
                  informaciones verídicas Y por lo tanto injusto, sobre la Francmasonería francesa, a la
                  que califica, por su influencia reaccionaria, como un bubón pestoso para el comunismo,
                  al que amenaza envenenar eternamente: "La Francmasonería francesa es la enemiga
                  capitalista del comunismo; ella es tan retrógrada como la Iglesia y el catolicismo. Ella
                  embota la acrimonia de la lucha de clases mediante misticismo, sentimentalismo y todo
                  un fárrago de fórmulas morales y es apoyada únicamente por banqueros, intrigantes
                  políticos parlamentarios, periodistas venales etc." (26).
                  El periódico francmasónico de referencia comenta estas manifestaciones en el número
                  de marzo abril de 1923: Pero la resolución de Moscú ha hecho poco impacto en los
                  comunistas franceses que pertenecen a la Francmasonería. Hace poco se han reunido a
                  fin de debatir la particular situación en la que han sido colocados por las resoluciones de
                  Moscú. A pesar de la prohibición por parte de la oficina política del partido comunista
                  estuvo presente un gran número de delegados. Después de un prolongado examen se
                  resolvió seguir siendo francmasones. Al Comité Directeur le fue enviada una nota en la
                  cual se peticiona que exija de la oficina ejecutiva de Moscú la revocación de la
                  resolución."
                  Acerca de este asunto veamos lo que escribió el periódico francmasónico Le
                  Symbolisme, editado en París por el integrante de la logia "Travail et Varis Amis
                  Fidéles" y miembro del Consejo Superior de Francia, Oswald Wirth: "Moscú no quiere



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