Page 12 - El Islam cristianizado : estudio del "sufismo" a través de las obras de Abenarabi de Murcia
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8 Insuficiencia de la hipótesis
breza, castidad y obediencia. Luego aunque en el Alcorán se hubie-
sen contenido los gérmenes de dicha perfección, los fieles no habrían
atinado a desarrollarlos en sus almas por la sola meditación y a asi-
milárselos por la práctica, teniendo enfrente de sus ojos el ejemplo
contrario de Mahoma, autor del Alcorán. La antítesis de la doctrina
y de la vida es tan palmaria y violenta, que no admite conciliación (1).
Por eso los sufíes desde muy pronto se esfuerzan por destruir esa an-
títesis, cristianizando la vida de Mahoma. Un ciclo de leyendas o ha-
dices nace ya en el siglo primero del islam, que pintan a Mahoma
adornado con todas las virtudes ascéticas y aun con los dones místi-
cos de un monje cristiano (2). En su boca se ponen sentencias evan-
gélicas que jamás pronunció (3). Es más: los mismos sufíes se com-
placen en citar a cada paso otras sentencias de la más alta perfec-
ción, atribuidas a Jesús, y que son efectivamente evangélicas en la
letra o el espíritu, para llenar así el vacío que encuentran en el Alco-
rán. Varios centenares de ellas he recogido yo y publicado (4). Este
(1) Cfr. Goldziher, Le dogmt et la loi de l'islam (trad. Arin; París
Geuthner, 1920), cap. IV, <pág. 111-120.
(2) Jbidem, pág. 19 y siguientes.
(3) Cfr. Asín, Logia et Agrapha D. Jesu ("Patrología Orientalis". XIII, 3;
París, 1916), pág. 338, nota 2. Item, Asín, Influencias evangélicas en la litera-
tura religiosa del islam. ("Melanges Browne", Cambridge, 1922; págs. 8-27.)
(4) Cfr. Asín, Logia et Agrapha D. Jesu, op. cit. ("Patrol. Orient." XIII,
3 y XIX, 4). La colección suma 233 textos, relativos a hechos y dichos atri-
buidos a Cristo. (Una traducción inglesa de mi colección acaba de ser publi-
cada por J. Robson, con el título de Christ in Islam; London, Murray, 1929).
Basta una ojeada rápida sobre el Index rerum que cierra mi citada colección
para comprobar la afirmación que hago en el texto. He aquí, en efecto, una
lista selecta de las virtudes cristianas más altas y de los grados y ejercicios
de perfección típicamente monásticos, cuya recomendación y práctica se atri-
buyen a Jesús: abnegación, abstinencia, amor de Dios, castidad, caridad fra-
terna, contrición, contemplación, meditación, oración, temor de Dios, devo-
ción, desprecio de las riquezas, éxtasis, fuga del mundo, gratitud, humildad,
perdón de injurias, intención recta, ayuno, don de lágrimas, alegría espiritual,
liberalidad, devolver bien por mal, mansedumbre, modestia, mortificación, obe-
diencia, paciencia, pobreza voluntaria, piedad, penitencia, silencio, soledad, es-
peranza, amor de las tribulaciones, tristeza espiritual, vigilia, entrega a la vo-
luntad de Dios.