Page 16 - El Islam cristianizado : estudio del "sufismo" a través de las obras de Abenarabi de Murcia
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12       La solución ecléctica del problema histórico
        ofrece hoy como un modelo de doctrina y de vida a cuya imitación
       y por cuyo influjo surgieron:  1.°, la espiritualidad cristiana occidental,
       y  2.°, la espiritualidad islámica oriental y, más tarde, occidental. No
        deberán, por lo tanto, producir extrañeza alguna las analogías que
       luego se adviertan entre  la ascéticomística  del islam español y  la
       de los grandes maestros espirituales de la España católica. Dos cosas
       análogas a una tercera, de la cual ambas proceden, deben ser análo-
       gas entre sí. Pero esta analogía, lejos de imposibilitar la hipótesis de
       ulteriores influjos mutuos entre ambas espiritualidades,  la facilita y
       hace más verosímil: que los préstamos culturales, como los económicos,
       no encuentran entre parientes tantas dificultades como entre extraños.

          4.  Volviendo ahora los ojos a la hipótesis de Massignon, que su-
       pone nacida la espiritualidad islámica por evolución autóctona del solo
       Alcorán, se comprenderá ya sin esfuerzo cuán ineficaz es, por su sim-
       plismo, para explicar la complejidad de los fenómenos, tal y como la
       historia nos los ofrece. En cambio, si a las ideas germinales del Alco-
       rán (de origen judeocristiano)  se  las completa y vivifica mediante
       las doctrinas y métodos espirituales del monacato cristiano, cuya imi-
       tación, según veremos, tiene una realidad histórica innegable, ya cabe
       sin dificultad invocar la susodicha evolución autóctona, como hipóte-
       sis auxiliar, explicativa de los progresos ulteriores que la espirituali-
        dad islámica realizó en siglos sucesivos,  al margen de sus modelos
       cristianos originarios. El acervo formado por ambos fondos primiti-
       vos, es decir, por  el Alcorán más  el monacato cristiano, evolucionó
       ya de modo independiente. El islam, en efecto, se asimiló muy pronto
        la cultura íntegra de los pueblos sometidos a su dominio. Ideas filo-
       sóficas y religiosas de toda procedencia, clásicas o grecolatinas, per-
       sas,  indias,  etc., enriquecieron continuamente  el caudal  del  ideario
        musulmán. Los métodos lógicos para la demostración y sistematiza-
        ción de ese ideario, que  la Europa cristiana no conoció hasta bien
       entrado  el  siglo xn, fueron utilizados ya por  el islam desde  el  si-
       glo vni, para organizar su teología dogmática, moral y mística. Mas-
        signon ha estudiado y expuesto magistralmente los estadios de esa
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