Page 42 - Descripcion histrica y cronolgica de las dos piedras : que con ocasion del nuevo empedrado que se est formando en la Plaza Principal de Mxico, se hallaron en ella el ao de 1790. Explcase el sistema de los calendarios de los indios, el mtodo que tenian de dividir el tiempo, y la correcion que hacian de l para igualar el ao civil, de que usaban, con el ao solar trpico. Noticia muy necesaria para la perfecta inteligencia de la segunda piedra: que se aaden otras curiosas instructivas sobre la mitologa de los mexicanos, sobre su astronoma, y sobre los ritos y ceremonias que acostumbraban en tiempo de su gentilidad.
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por el mismo orden, con que comenzaban); y por el número
que llevaban consigo los símbolos de los dias. Hacían los Indios
tanto aprecio de los nueve Acompañados, que les daban, por
antonomasia, el título de. Quecbolli, nombre de un páxaro de ri-
ca y hermosa pluma, que era entre ellos de mucha estimación,
y tenían dedicado un mes entero á su nombre: era símbolo de
los amantes; y lo invocaban en los, casamientos con epitalamios,
como los antiguos Romanos á Himeneo. Los nombres y orden
de estos nueve Acompañados eran los siguientes.
Xiubteuñli Tletl. El fuego , Señor del año.
TecpatL Pedernal.
Xóchitl. Flor.
CinteotL. Diosa de los maizes, ó Ceres.
Miquiztli. La Muerte.
Atl. La Agua, simbolizada en la diosa Chalckiuhcueye.
Tlazolteotl. Diosa de ios amores, ó Venus.
Tepeyolotli. Una deidad, que fingían habitar en el centro dé-
los montes. _,
_.
jQuiabuitl. Lluvia, simbolizada en el dios Ti'aloe , á quien la
atribuían.
1 6. De estos Señores de la noche tuvo noticias, aunque
confusas, el Caballero Boturini, y los equivocó con otra serie
de igual número de Acompañados, que anadian los Astrólogos
Judiciarios en el Tonalamatl: y es de admirar, que habiendo
tenido un original de esta especie de Calendario supersticioso
que él llama Ritual, y cita en el §. 30. num. 2. del Catálogo
de su Museo, donde se hallan las dos series de Acompañados á
los dias de las trecenas , no hubiera sabido distinguir quales
eran los Señores dé la noche, quales aquellos signos de que
y
pronósticos gene-
se servían para sus falsas adivinaciones , y
tliácos, y hubiera confundido tanto su inteligencia; aunque es-
bastante difícil comprehender perfectamente esta especie de Ca-
lendario, por contenerse en él no solamente el catálogo de sus
fiestas idolátricas, sino también una multitud de supersticio-
nes , de que tratan muy poco ios Historiadores Indios. En mi
citada Obra doy alguna explicación de lo mas substancial que"
contiene, con la puntual copia, que hice sacar de él, á la qual
añadí
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