Page 178 - La sangre manda
P. 178
ordenador y entra en Facebook. No hay el menor indicio de que Chet
Ondowsky tenga cuenta, lo cual es poco habitual en un personaje de la
televisión. Por lo general, les encantan las redes sociales.
Holly prueba en Twitter, y premio, ahí está: Chet Ondowsky
@condowsky1.
La explosión en el colegio ocurrió a las 14.19. El primer tuit de
Ondowsky desde el lugar de los hechos llegó una hora después, y eso no
sorprende a Holly: condowsky1 estaba muy muy muy ocupado. El tuit dice:
«Escuela Macready. Tragedia horrible. 15 muertos hasta ahora, quizá muchos
más. Reza, Pittsburgh, reza». Parte el corazón, pero el corazón de Holly no se
parte. Posiblemente porque está ya muy cansada de eso de «las condolencias
y la solidaridad» y demás chorradas, quizá porque, de algún modo, resulta
demasiado trillado, probablemente porque no le interesan los tuits de
Ondowsky posteriores al atentado. No es eso lo que busca.
Convertida en viajera en el tiempo, retrocede en la cronología de
Ondowsky hasta antes de que se produjera la explosión, y a las 13.46
encuentra una fotografía de un restaurante retro con un aparcamiento delante.
En el letrero de neón del ventanal se lee: ¡TENEMOS COMIDA CASERA,
TAN BUENA POR DENTRO COMO POR FUERA! El tuit de Ondowsky
aparece debajo de la foto. «El tiempo justo para un café y un trozo de tarta en
Clauson’s antes de salir para Eden. ¡Vean mi informe sobre la mayor venta de
garaje del mundo en PEN esta tarde a las seis!».
Holly busca en Google el restaurante Clauson’s y lo encuentra en Pierre
Village, Pennsylvania. Otra consulta en Google (qué hacíamos cuando no
existía, se pregunta) le muestra que Pierre Village se encuentra a menos de
veinticinco kilómetros de Pineborough y la escuela Macready. Lo que explica
cómo es que él y su cámara llegaron allí antes que los demás. Iba camino de
cubrir la mayor venta de garaje del mundo en un pueblo llamado Eden. Otra
consulta le indica que el municipio de Eden está a quince kilómetros al norte
de Pierre Village, y más o menos a la misma distancia de Pineborough. Dio la
casualidad de que estaba en el lugar adecuado —o al menos cerca— y en el
momento adecuado.
Además, está casi segura de que la policía local (o tal vez los
investigadores de la ATF) ya han interrogado tanto a Ondowsky como al
cámara Fred sobre su fortuita llegada, no porque ninguno de los dos sea en
realidad sospechoso, sino porque las autoridades estarán revolviendo hasta
debajo de las piedras por tratarse de un atentado con bomba con numerosos
muertos y heridos.
Página 178