Page 103 - MITOS GRIEGOS e historiografía antigua
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M itos griegos e H istoriografía A ntigua                    113

     estudio, pero no son emuladas por las nuevas historiografías.
        La obra de Spengler, Der  Untergang des Abendlandes, traducida
     como La decadencia de Occidente, se basa sobre todo en la noción de
     «ciclo» que tenía el etnólogo africanista Leo Frobenius, quien sostuvo
     la teoría de que las culturas eran comparables a un organismo vivo, que
     nacen, crecen, se desarrollan a un máximo y luego decaen y mueren.
     Pero traspasar esto a la historia no resulta tan claro. Lo que él toma por
     homologías, para otro no lo son, y la Cultura no es el organismo a que
     alude. Este ejemplo biológico queda fuera de la experiencia histórica.
        En sincronía con esta idea de Spengler,  la obra de Toynbee26  es
     también un intento de periodización histórica en grandes ciclos, en que
     se pretende ver en todo pueblo una época de barbarie, otra de apogeo y
     otra de desintegración: son las civilizaciones las que mueven la histo­
     ria, y el motor que las hace crecer son las dificultades y obstáculos que
     hay que vencer y unas incitaciones para su superación que ponen en
     juego las estructuras sociales. Algo de esto expresa para las sociedades
     primitivas el funcionalismo de Malinowsky; también en cierto modo el
     neoevolucionismo de Leslie White. La cultura surge como respuesta,
     en pos de la supervivencia, a un medio hostil no determinante aunque
     diferenciador. Así, las culturas formaron según Toynbee pequeñas mi­
     norías creadoras que serán seguidas por mimesis, pasando de la barba­
     rie al estadio de apogeo; cuando las minorías se estancan y se sustituye
     la convicción por la fuerza, los seguidores se convierten en potenciales
     enemigos internos y sobreviene la crisis,27 después la rutina; desde aquí
     vuelve a comenzar el ciclo.
        La teoría histórica y el método desarrollado por Meyer no son utili­
     zados in toto por grandes historiadores posteriores, tampoco por Spengler
     o Toynbee. Desde ellos se ha recorrido un laigo camino multidireccional
     y complementario, que va desde el punto de vista marxista, la escuela de
     Annales (Marc Bloch y Lucien Febvre) o el mismo F. Braudel que par­
     tiendo de una historia social y económica evita dogmatismos ideológicos
     y al tiempo puede conjugar una metodología marxista a un tipo de his­
     toria universal al estilo de Meyer. La problemática actual de la Historia


      26 A Study of History, traducido como Estudios de ¡a Historia, Ι-ΠΙ, Madrid 1971.
      27 G.A. Lehmann, «Krise und Untergang der Hellénischen Welt im Urteil Ed. Meyer», en K.
        Dietz & D. Henning & H. Kaletsch (eds.), Klassisches Altertum, Spätantike und fiiijes
        Christetum: Adolf LippoldFestschr., Würzburg 1993, 243-257.
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