Page 185 - MITOS GRIEGOS e historiografía antigua
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              [...]  Y  esto  es  lo  que resulta imposible  de  captar  en  los  autores  de
           monografías,  a no  ser  que  se  viaje  a todas  las  ciudades  más  ilustres,
           recorriéndolas una a una, o bien, que se contemplen por separado, pintadas, y
           se suponga en el acto, por ello, que se ha visto el mapa de todo el universo, la
           disposición global del mundo y su ordenación, lo cual resulta absolutamente
           inverosímil. Porque, en general, los que están convencidos realmente de que a
           través de las historias monográficas tienen una adecuada visión del conjunto,
           creo que sufren algo parecido a los que han contemplado esparcidas las partes
           de un cuerpo antes dotado de vida y de belleza, y ahora juzgan que han sido
           testigos oculares suficientes de su vigor, de su vida y de su hermosura. Pero si
           alguien recompusiera de golpe el cuerpo vivo y consiguiera devolverle su
           integridad, con la forma y el bienestar de su espíritu, y luego, conseguido esto,
           mostrara de nuevo el cuerpo a aquellos mismos, estoy seguro de que todos
           confesarían al punto que antes estaban muy lejos de la verdad, y que habían
           sido parecidos a los que sufren visiones en sueños. Es verdad que la parte
           puede ofrecer una idea del todo, pero es imposible que proporcione tin co­
           nocimiento exhaustivo y un juicio exacto. Por eso concluimos que la historia
           monográfica aporta poca cosa al conocimiento y al establecimiento de hechos
           generales. Sin embargo, a partir del entrelazamiento y la comparación de todos
           los hechos entre sí, y además de su semejanza o diferencia, sólo así se podrá
           alcanzar el goce y el provecho proporcionados por la historia (1,4,4-11).


        Desde estas posiciones ataca a sus predecesores, y  así acusa a
     Teopompo de moralizador, a Tuneo de historiador libresco y de folle­
     tín. Polibio se refiere a la imposibilidad de Timeo para escribir historia
     de Sicilia sin moverse de Atenas y sin trabajo de campo:

             Algo análogo ocurre a Teopompo, y principalmente a Timeo, de quien
           ahora me ocupo. La poca pericia de ambos pasa desapercibida cuando se
           limitan a narrar resumidamente algún hecho militar. Pero cuando quieren ex­
           ponerlo con detalle y tratarlo con todos  sus extremos, entonces se ve que
           ambos autores no difieren nada de Éforo. El que carece de experiencia bélica
           no puede describir bien lo que ocurre en la guerra, ni puede tratar de política
           el que no ha intervenido en sus avatares y en sus cambios. La obra redactada
           por eruditos librescos sin experiencia, que no han vivido su temática, es inútil
           para cualquiera que la encuentre. Y si privamos a la historia de lo que puede
           sernos útil, lo que queda de ella es despreciable e inservible (XII, 25g).

        A Filino, representante de la historia «mimética», le tacha Polibio
     de parcialidad procartaginesa y de hacer intervenir en los acontecimien­
     tos a divinidades o hechos sobrenaturales como sueños, presagios. Frente
     a ellos, para Polibio, la verdad ha de ser el canon de todo historiador.
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