Page 186 - MITOS GRIEGOS e historiografía antigua
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M itos griegos  e H istoriografía A ntigua                   199

     La finalidad de la historia es enseñar y convencer a los deseosos de
     saber con hechos y discursos verdaderos. Y en esto precisamente reside
     su utilidad: en dar instrumentos de análisis certeros para el futuro, a fin
     de que el político imite lo bueno, rechace lo malo y no repita los mis­
     mos errores del pasado.
        En Polibio la historia está estrechamente ligada a la política, tanto
     que para él el ideal sería que la historia fuera escrita exclusivamente
     por los políticos.
        Su gran contribución al pensamiento historiográfico de la Antigüe­
     dad, su gran renovación,  fue concebir la historia universal de forma
     global, orgánica, de una manera que se aproxima a las actuales concep­
     ciones estructuralistas. Pero este empeño de globalidad no era posible
     hasta la aparición de Roma en el ámbito mediterráneo y su dominio, ya
     que los hechos, separados geográficamente, no tenían ningún hilo de
     conexión. Con la intervención de Roma todos los acontecimientos pa­
     recen tender a un mismo fin: contribuir a la constitución de un Imperio
     romano en toda la cuenca del Mediterráneo. Es éste un proceso históri­
     co sin precedentes, dice Polibio, en su rapidez y su extensión, y se pre­
     gunta cómo fue posible, y por qué.
        La respuesta hay que buscarla en la constitución romana, ya que
     para él, lo que en los individuos es el carácter, en los pueblos es la
     constitución. Por ello nos ha legado unas descripciones de las constitu­
     ciones romana y cartaginesa como ningún otro autor latino fue capaz
     de hacer. Para la constitución romana ve un carácter mixto, es decir,
     que reúne parte de monarquía, parte de democracia y parte de oligar­
     quía, y que, aplicando la teoría estoica de los cambios cíclicos de régi­
     men político, la degeneración sucesiva de cada régimen daría lugar al
     contrario, repitiéndose con una periodicidad casi constante. En su esti­
     lo narrativo huye de la retórica, excepto algunas veces en los discursos,
     y tiende a la sobriedad y a la precisión descriptiva. Los avances «técni­
     cos» respecto a sus predecesores se concretan en:

        a)   La cronología, al aceptar como sistema universal el de la primera
     Olimpiada (776 a.C.); también en las enumeraciones, en los recuentos
     de efectivos militares, y da una extraordinaria importancia a la necesi­
     dad que tiene todo historiador de conocer «de visu» los escenarios his­
     tóricos.
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