Page 29 - MITOS GRIEGOS e historiografía antigua
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mal.48 Debido probablemente a que las serpientes tienen una relación
con las divinidades de lo profundo donde habitan, y con los muertos.
Pero no sólo en eso hay significantes paralelos con Gorgo: también las
serpientes (=falo) se relacionan con los cultos de la fertilidad, de la
concepción y de la menstruación. El dominio de Gorgo, ser femenino,
sobre las serpientes significaría el dominio sobre su opuesto, vencedo
ra de un enemigo ancestral y atávico. La Gorgona que lleva las serpien
tes controlará la vida y la muerte. Cuando el formalismo artístico y
ritual elimina el cuerpo de Gorrona, las serpientes aparecerán como los
cabellos en la máscara, sustituyendo para siempre el tipo de melena
leonada que antes poseía.
El tipo de Goigona occidental (Peloponeso, Ática, Beocia, y Etruria)
ofrece algunas particularidades. En un corto lapso de tiempo, durante la
primera mitad del s. VII, el tipo evoluciona adaptándose al medio nuevo:
vestimenta corta, que se adivina hecha con piel de cabra,49 y las serpien
tes ya no aparecen nunca en las manos, y sobre todo su actitud no es
estática sino narrativa, ya aparezca sola o acompañada de Atenea, Perseo,
Pégaso y Crisaor (sus hijos), personajes de su ciclo mítico, que matizarán
y potenciarán algunas funciones que ya tenían y elaborarán otras nuevas.
Por su parte, el gorgoneion arcaico también presenta algunas varian
tes. Es anterior, como dije, al tipo femenino, y en él se rastrean los
rasgos primitivos, animales: colmillos de jabalí, rostro de león, orejas
felinas, y barba, detalles que procuran infundir el horror. La caracterís
tica esencial será la boca abierta de la que pende la lengua.50 Aunque a
principios del s. VII las representaciones de Goigo sufren algunas vacila
ciones de tipo artístico, se afirmará en la monstruosidad y la frontalidad.
48 S.G.F. Brandon, Diccionario de religiones comparadas - II, Madrid 1975, 1310; Id., The
Judgement of the Dead, 1967, 234, η. 139; Μ. Eliade, Tratado, 242 ss. J. Hastings (ed.),
Encyclopedia of Religion and Ethics, Edimburgo 1908-1926, t. XI, 339-423; K. Galling,
Die Religion in Geschichte und Gegenwart, Tubinga 1957-19623, vol. V, págs. 1419-
1420; T. Klauser (ed.), Raeallexikon für Antike und Christentum, Stuttgart 1950, vol. IV,
226-250.
49 Sobre el sentido ritual de la asociación entre la égida de Atenea, la piel de cabra y el Gorgoneion,
vid. K. Kérenyi, «Ziegenfell und Gorgoneion», AlPhO, 1949,299-312. En el mismo senti
do, C. Schick, «La capraia e la Gorgona», Archivo GlottologicoItaliano, 1955,29-38.
50 En la época arcaica sólo hay documentada una representación de Goigo con la boca cerrada,
en una moneda de electrón de Lidia, G. Glotz, loe. cit. 1622, fig. 3636, y J.H. Ongkress,
«Ein Gorgoneion uit het western van klein Axië», JVEG, 7,1940,429-32. En este último
trabajo el autor llega a la conclusión, arriesgada e improbable, de que la presencia de la
moneda «sugiere» pensar que hubo entorno al 652-615 a.C. un santuario dedicado a Gorgo
en Lidia.