Page 31 - MITOS GRIEGOS e historiografía antigua
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M itos griegos e H istoriografía A ntigua                     37

     Las representaciones de Gorgo en la época clásica y helenística

        En la época clásica la máscara de Gorgo adquiere rasgos menos
      exagerados, y es mucho menos frecuente que en la época arcaica, per­
      diendo parte de su carácter funcional y simbólico. Su figura ya no ocu­
      pa en solitario los grandes antefijos de los templos, ni es motivo único
      en los escudos de los guerreros, sino sólo una parte restringida al cen­
     tro. La representación de la máscara de Gorgo aparecerá ya siempre
      como símbolo del poder de Atenea sobre esta potencia terrorífica so­
      metida.58 Por otra parte, la Goigona en pie es muy escasa, y sólo apare­
      cerá en la representación de escenas mitológicas. Sin embargo, a me­
      diados del s. V aC. es cuando el motivo iconográfico de Gorgo es em­
      pleado en monedas más que nunca,59 estableciendo así el arte ático una
      relación más precisa entre este emblema y Atenea, motivo que se hace
      extensivo a otros puntos de la Magna Grecia y Etruria.60 En época clá­
      sica hay unas representaciones poco numerosas pero de mejor factura
      técnica, en motivos iconográfico-narrativos sometidos a la simbología
      guerrera dominante de Atenea; y por otra parte gran cantidad de mone­
      das, objetos personales,61 y pequeños amuletos de barro, sin duda obje­
      tos profilácticos de uso popular. El uso funerario de la figura de Gorgo
      es en esta época más marginal en su ubicación, y menos frecuente.62
      58 II., V, 733 ss.
      59 A. Rogalski, «À propos des représentations sur le bouclier d'Athena sur les monnaies
         grecques», Arch. (Sofia),  17.1, 1975, 57-60. J. Allan, «Greeks coins», BMQ, 1938, 4-5;
        J.H. Kröll, «From Wappenmünzen to Gorgoneia to owla», ANSMusN. 26,1981,1-12.
      60 E. Scamuzzi, «Tesoro di monete antiche reinvenutto in Populonia», SE, 15,1941,141-2; P.
        Petrillo, «Nota in margine al tesoro di monete antiche reinvenutto in Populonia», AUN,
         XXIII-XXIV (1976-1977), 69-106, estudio en el que se reconsidera y rectifica el anterior
         de Scamuzzi, 551 piezas con gran cantidad de ellas tipo Gorgoneion.
      61 J.M. Fossey, «Une fibule grecque àtête de Gorgone au Musée du Louvre», RA, 1975,19-24;
         F. RoncaÚi, «Uno specchio del Museo Gregoriano con isrizione etrusca inédita», RPAA, 44,
         1971-1972, 75-97.
      62 K. Votsis, «Nouvelle mosaïque de Sycione», BCH, 1976,575-88, descubierto en 1966 al sur
         del Asopos, zona de Kokkinia, Peloponeso norte; este mosaico, hecho de piedras de rio, es
         el único de Sición hallado in situ; aparece una Gorgona dentro de un círculo, en un carro
         cuyos cuatro ángulos están ocupados por animales fantásticos. E. Poulsgaard Markussen,
         «Tombadel Gorgoneion reviewed», ARTO 12,1983,55-63; D. Ovgarov, «Necropolothraco
         romaine à Torgovisce», Arch. (Sofia), 7.1,1965,34-3 7; L. Baena, «Esculturas romanas de
         Mengíbar», BSEAA, 48,1982,111-120; F. Benoit, «La estatuaria provenzal en sus relacio­
         nes con la estatuaria ibérica en la época prerromana», AEspA. 22,1949,136 ss., estudia el
         motivo de «cabezas cortadas con valor apotropaico» en piezas al sur de España, Alicante y
         Elche, asociadas a animales quiméricos como Arpias o Gorgonas, A. Fernández Avilés,
         «Rostros humanos de frente en la cerámica ibérica», Ampurias, 6,1944,161.
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