Page 35 - MITOS GRIEGOS e historiografía antigua
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M itos griegos e H istoriografía A ntigua                     41

     en determinado momento pudo suponer para los griegos aventureros
      la existencia de un lugar remoto lleno de riquezas. Los límites de occi­
      dente no fueron lógicamente estables.78
        Muchas figuras míticas de forma monstruosa tienen su origen en el
      próximo Oriente y Asia Menor, aunque paradójicamente la tradición
      mitográfica los traslada al otro extremo del Mediterráneo, al norte de
      África, un lugar mágico.79 El propio Diodoro (ΙΠ, 52-55) insiste en el
      aspecto fabuloso de este lugar, donde se sitúan también las Gorgonas.
      Por su parte, J.C. Bermejo,80 enmarca los conceptos oriente/occidente
      en un intercambio recíproco de elementos ideológicos del mecanismo
      colonizador, y que tienen una conexión muy remota y poco precisa con
      la Península Ibérica. El mito de Prometeo y las Gorgonas puede ir aso­
      ciado a un proceso en el que se define la naturaleza y necesidad del
      sacrificio, del matrimonio, en relación a las propiedades físicas de la
      mujer: juventud, sexualidad, vejez, muerte; y a la riqueza material sim­
      bolizada por el oro o el ganado.
         Sin embargo conviene destacar la connotación erótica que Hesíodo
      concede a Medusa,81  que yace con Poseidon en un prado de primavera­
      les flores. Hesíodo concibe el amor como una contrapartida de la vejez
      y la muerte, y, a la vez, como una correlación de ellas, usando la tempo­
      ralidad como elemento común: brevedad del amor, la aniquilación y la
      muerte. Despliega un conjunto de relaciones tensas, de rivalidades en­
      tre los dioses olímpicos Poseidon y Atenea82 por la posesión y el domi­
      nio de Medusa, que «está en la puerta hacia el occidente desconocido»,
      o, en una lectura histórica arriesgada, por el dominio del caballo y del
      ganado. Según Schick,83 el significado más antiguo de Gorgo es la piel
      de cabra Originariamente la égida y la máscara eran una piel de cabra.
      El término égida deriva de aigís «cabra». También un pasaje de Diodoro


      78 Consúltese sobre el desplazamiento del limite occidental del mundo griego, E. Wiken, Die
        Kunde der Hellenen von dem Lande und der  Völkern der Aperminenhabinsel bis 300
         v.Chr.  nebst einer Skizze des Primitiven  Weltbildes der Vorhellenen und der Hellenen,
         Lund 1937,1 -41, y F. Prinz, Grundungsmythen und Sagenschronologie, München 1979.
      19 M. García Fuentes, «Algunas precisiones sobre las sirenas», CFG 5,1973,197-116 y en el
         mismo sentido, K.O. Hanson, «The myth of the Libyan Amazons», Mus. Λ fr. 3,1974,38-
         43.
      80 J.C. Bermejo, Mitos y mitología,  102 y 214 ss.
      81 Hes., Theog. 276-277.
      82 J.C. Bermejo, Mitos y  mitología  186.
      83 Schick, «La capraia», 29-38.
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